Es posible la recuperación tras un accidente cerebrovascular

Estudios realizados en animales muestran que el cerebro puede recuperar parte del riego sanguíneo después de un accidente isquémico transitorio.

En este caso el estudio tenía como objetivo conocer los cambios vasculares que se producían en el cerebro tras un accidente isquémico transitorio, este tipo de accidente cerebrovascular a diferencia del ictus dura poco y no origina tanto daño, pero puede ser indicativo del riesgo que una persona tiene de sufrir este otro.

Los investigadores han señalado que las aportaciones de este estudio pueden ayudar a desarrollar tratamientos que reduzcan el daño cerebral tras un accidente cerebrovascular, así como métodos para su recuperación. Hasta ahora, los expertos conocían que después de un accidente cerebrovascular leve se podían formar pequeños vasos capilares e incluso que algunos vasos sanguíneos empezaban a cambiar. Sin embargo, este es el primer estudio en el que se han podido mostrar directamente los cambios antes y después del accidente cerebrovascular.

El estudio se realizó en ratas y consistía en provocar los accidentes isquémicos en la capa más externa del cerebro, es decir en la corteza, esto se conseguía cerrando el paso de las ramas arteriales que llevan sangre a esa zona del cerebro. Entonces se grababa con un videomicroscopio el paso de un marcador con fluoresceina por toda esa región, esto se observó antes, inmediatamente después y 30 días más tarde de impedir el paso de sangre. De esta manera se podían comparar los cambios que habían tenido lugar en los vasos sanguíneos de la corteza cerebral.

Pasado este tiempo, los investigadores pudieron comprobar que los vasos sanguíneos próximos al área del accidente cerebrovascular habían aumentado de tamaño y que incluso se había restaurado en parte el flujo sanguíneo, esto parecía indicar que se habían creado nuevas vías para el aporte de sangre. Según indican las conclusiones del estudio, gracias a la ayuda de los nuevos capilares se restableció la perfusión en la zona más próxima a la isquemia y esto se podía utilizar a largo plazo para su recuperación.

Ahora los científicos deberán descubrir cómo aplicar estos descubrimientos en la recuperación de los accidentes cerebrovasculares más graves, así como ampliar las investigaciones para que en caso de que éstos se produzcan el impacto sea menor.