España inicia el primer estudio piloto en ratones de una vacuna contra la obesidad

Se trata de una investigación centrada en la hormona ghrelina, responsable del aumento de apetito y es esencial en el control de peso, y que permitiría bloquear la circulación de estas moléculas, impedir su actividad y, por tanto, contribuir a una pérdida de peso sostenida como complemento de la dieta y el ejercicio.

Un equipo de investigadores españoles, coordinados por el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y director científico del CIBER Fisiopatología de la Obesidad, Felipe Casanueva, ha iniciado con éxito el primer estudio piloto en ratones de una vacuna terapéutica contra la obesidad.

Se trata de una investigación centrada en la hormona ghrelina, responsable del aumento de apetito y es esencial en el control de peso, y que permitiría bloquear la circulación de estas moléculas, impedir su actividad y, por tanto, contribuir a una pérdida de peso sostenida como complemento de la dieta y el ejercicio.

No obstante, y a pesar de que los datos pilotos en ratones reflejan que han tenido una pérdida de peso, todavía no se conocen cuáles van a ser sus resultados a largo plazo. «Ahora es un procedimiento experimental y estamos buscando un método prolongado para que sean los animales los que generen los anticuerpos, pero sólo en un futuro se podrá ver si tiene aplicación clínica», ha subrayado Casanueva.

Este trabajo ha sido galardonado con el premio de la Fundación Lilly de Investigación Biomédica Clínica 2012, dotado con 100.000 euros. Esta donación irá destinada a continuar con la elaboración del estudio y del conocimiento de los factores que relacionan la obesidad con el desarrollo tumoral. De esta forma, la línea de investigación aportará herramientas útiles en la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas y de prevención, así como de marcadores de diagnóstico del cáncer de mama.

Asimismo, la tercera línea de investigación a la que se destinará el premio es a la identificación de los mecanismos por los que el tejido adiposo blanco –asociado a la obesidad– se puede transformar en tejido marrón, que conlleva un consumo de energía mayor y se considera un factor de prevención de la obesidad. Su aplicación clínica, consistiría en manipular los factores que inducen a la transdiferenciación para aumentar el gasto energético del cuerpo y ayudar a combatir la obesidad.

Si los resultados de los sucesivos estudios son positivos se estaría ante uno de los primeros tratamientos contra la obesidad, al margen de la cirugía gástrica. «Actualmente no hay un tratamiento eficaz para la obesidad y, al parecer, no lo habrá de cara a los próximos 10 años, por eso es muy importante que se realicen medidas preventivas. Nosotros nos hemos preguntado si la hormona ghrelina es la que está haciendo que fracasemos en la lucha contra esta enfermedad y por eso estamos realizando estos estudios», ha comentado el experto.

En este sentido, Casanueva ha instado a la clase política a que apoyen a este tipo de investigaciones y a los tratamientos preventivos para concienciar a la sociedad de que la obesidad se puede convertir en el «cigarrillo del siglo XXI». Y es que, ha recordado, actualmente el 23 por ciento de la población adulta española y el 18 por ciento de los niños padecen obesidad. «Hay que concienciar a la población para obligar a los políticos a tomar medidas ya que la obesidad es un asesino silencioso que no está conmoviendo a casi nadie», ha recalcado el experto.