España participa activamente en los estudios sobre los beneficios de la quimioterapia oral en cáncer de colon

Entre los avances más prometedores, figura la sustitución de la quimioterapia intravenosa por la vía oral siempre y cuando no se mantenga la eficacia antitumoral y así lo desee el paciente

Durante el VI Simposio de Revisiones en Cáncer celebrado en Madrid, diversos expertos destacaron la posible sustitución en un futuro próximo de la quimioterapia intravenosa por la oral en enfermos con cáncer colorrectal como una de las mayores esperanzas para mejorar el tratamiento de esta patología. Como recuerda el doctor Javier Sastre, del Servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos, la condición imprescindible que hoy se estudia es que ambas formas de administración sean comparables en términos de eficacia y seguridad, pues «los pacientes son los primeros que se muestran partidarios del cambio siempre y cuando no sea a expensas de una pérdida de actividad antitumoral», explica este especialista.

Actualmente hay numerosos estudios en marcha, como explica el doctor Sastre, «para confirmar si el empleo de la quimioterapia oral con capecitabina debe sustituir, tal y como sugieren los datos preliminares, la quimioterapia con 5-FU en inyección continua». Investigaciones anteriores ya han confirmado que la quimioterapia oral es mejor tolerada. Y varios informes internacionales indican que la administración oral es claramente preferida por los pacientes, siempre que sea igual de eficaz que la vía intravenosa .

En España, el Grupo Español para el Tratamiento de Tumores Digestivos (TTD), el más prestigioso en la investigación del tratamiento del cáncer colorrectal, está desarrollando actualmente un importante estudio comparativo fase II para establecer si capecitabina puede llegar a sustituir a la infusión continua de 5-FU, analizando específicamente los valores de actividad antitumoral. Se espera obtener los primeros resultados de este trabajo a lo largo de este año 2004.

En estos estudios participan una treintena de hospitales españoles con el objetivo de constatar si, como apuntan los datos preliminares, el futuro de la quimioterapia frente a este tumor pasa por disponer de tratamientos orales capaces de reducir la frecuentación hospitalaria y mejorar la seguridad y todo ello sin perder eficacia. Según el doctor Sastre, «se trata de comprobar si las distintas combinaciones con capecitabina ofrecen igual seguridad y, en la medida de lo posible, un menor coste que cuando esas mismas combinaciones utilizan 5-FU.

Hasta la fecha, diversos estudios apuntaron que capecitabina en combinación con otras terapias obtiene una importante respuesta, logrando tasas de supervivencia similares a 5-FU, «pero con el valor añadido de una menor incidencia de problemas de toxicidad en los enfermos tratados con capecitabina», añade este especialista madrileño.

Capecitabina actúa específicamente contra el tumor; este nuevo enfoque se alcanza gracias a la activación de capecitabina a través de la enzima timidina fosforilasa, que se encuentra habitualmente en mayores concentraciones en el tejido canceroso. De esta forma, el fármaco no se activa desde el momento de la ingesta, sino que ejecuta su acción preferentemente cuando llega al tumor.

El cáncer de colon en España

El cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte por un tumor y el tercer carcinoma más frecuente para ambos sexos. En España, se calcula que cada año se diagnostica 19.000 nuevos casos, unos 10.000 en hombres (tasa ajustada 32 casos/100.000 habitantes/año) y 9.000 mujeres (tasa ajustada 20.9 casos/100.000 habitantes/año). Actualmente entre un 20 y un 25 por ciento de los casos se diagnostican cuando la enfermedad se encuentra en fase metastásica, y globalmente un 50 por ciento de todos los casos desarrollará metástasis.

Sobre su origen, se calcula que sólo el 5-10 por ciento de los casos de cáncer colorrectal es hereditario. En el 95 por ciento restante se trata de tumores esporádicos, donde el riesgo es similar en toda la población. Ese cinco por ciento de casos con antecedentes familiares pueden desarrollar dos tipos de tumores (los polipósicos o los no polipósicos), y para ellos ahora los expertos cuentan con análisis de alteraciones genéticos que podrían seleccionar qué personas tienen una susceptibilidad mayor de desarrollar un cáncer colorrectal, focalizando en ellos los esfuerzos de prevención primaria y secundaria (diagnóstico precoz) que en la actualidad incluyen la realización de estudios colonoscópicos y estudios analíticos en heces.