Espina bífida; una malformación que se puede prevenir

El 21 de noviembre se celebra el Día Nacional de la Espina Bífida. Resolvemos algunas de las dudas más comunes sobre esta enfermedad.

El 21 de noviembre se celebra el Día Nacional de la Espina Bífida. Con ayuda de la Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia (FEBHI) resolvemos algunas de las dudas más comunes sobre esta enfermedad.

¿Qué es la espina bífida?

La Espina Bífida es una malformación congénita, que se incluye dentro de los defectos del tubo neuronal (DTN). Este tubo es un canal estrecho que se pliega y se cierra entre la tercera y la cuarta semana del embarazo, con el objetivo de que se formen el cerebro y la médula espinal. La espina bífida se forma cuando este cierre no se completa entre el 23 y el 26 día del embarazo.

¿Por qué es tan grave?

Hay que tener en cuenta que esta malformación afecta a tres de los principales sistemas del organismo: el sistema nervioso central, el aparato locomotor y el sistema genitourinario.

¿Cuáles son las causas de la espina bífida?

No se conoce la causa exacta de la espina bífida, aunque sí parece que se debe a la combinación de factores genéticos y ambientales, como por ejemplo la falta de ácido fólico antes de la concepción, así como la alteración del metabolismo por la acción de fármacos u otros elementos.

Además, aunque la espina bífida no es una malformación congénita hereditaria, sí es cierto que si hay antecedentes familiares con algún tipo de defecto del tubo neuronal, hay mayor riesgo de tener un bebé con este defecto.

¿Se puede padecer espina bífida sin saberlo?

Sí. Aproximadamente un 15% de las personas sanas tienen espina bífida oculta, una afección en la que no aparecen síntomas ni lesiones. De todas formas, hay que consultar con el médico si:

  • Tiene alguna anomalía en alguna zona de la espalda, como vellosidad, una mancha roja de nacimiento o una zona menos pigmentada, un hoyuelo profundo o un abultamiento de grasa.

  • En caso de dolor de la espalda o las piernas.

  • Si se siente debilidad en las piernas.

  • Entumecimiento o cambios en la sensibilidad en espalda y piernas.

  • Si tenemos deformidades ortopédicas en las piernas, los pies y la espalda,

  • Al notar un cambio en el funcionamiento de los intestinos o la vejiga.

Esto es importante saberlo porque, si quieren tener hijos, las mujeres con espina bífida tienen que tomar una dosis más alta de ácido fólico para prevenirla.

¿Cómo se previene?

La prevención es, sobre todo, a través del ácido fólico, una vitamina B común que se disuelve en agua y que es esencial para el funcionamiento del cuerpo humano. Según diversos estudios, si todas las mujeres en edad fértil consumieran 0,4 miligramos de ácido fólico al menos tres meses antes de quedar embarazadas y durante el primer trimestre del embarazo, se podrían reducir hasta en un 70% los casos de espina bífida. El ácido fólico también se puede consumir a través de la dieta. Son ricos en él alimentos como la lechuga, las espinacas, la carne, el hígado o los cereales.

¿Se puede detectar la espina bífida antes del nacimiento?

Sí, se basa en una serie de pruebas que deben realizarse especialmente cuando hay antecedentes familiares de la malformación.

¿La espina bífida se cura?

Hoy en día no existe un tratamiento definitivo para la espina bífida, pero sí algunos abordajes orientados a minimizar las consecuencias de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Aunque no se cura, con un abordaje multidisciplinar y un tratamiento integral se consigue que los pacientes puedan llevar una vida activa y productiva.

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