Estudio sobre anorexia masculina

La anorexia masculina en adolescentes representa el diez por ciento del total de pacientes tratados por esta afección. Se trata de un grupo poco estudiado y poco conocido. Por ello, el servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil, el servicio de Medicina Nuclear y el servicio de Endocrinología del Hospital Clínico de Barcelona han aunado sus esfuerzos para determinar qué factores provocan la pérdida de masa ósea en los pacientes varones adolescentes que sufren anorexia.

Hasta ahora la gran mayoría de estudios realizados sobre la anorexia, sus causas y sus consecuencias se centraban en pacientes femeninas adultas con la enfermedad bastante desarrollada. En éstas se vió que, en la mayoría de los casos, desarrollaban a corto plazo osteopenia (reducción de la calcificación de los huesos) y a largo plazo osteoporosis (aumento de la porosidad de los huesos), enfermedad que aumenta considerablemente el riesgo de fracturas.

Este nuevo estudio centrado en la anorexia masculina se ha publicado en el último número del Journal of American Academy of Child and Adolescent Psychiatry y ha procurado ampliar el conocimiento de estas repercusiones óseas en varones adolescentes. A lo largo del desarrollo de la investigación se observó que aquellos pacientes que sufrían anorexia nerviosa tenían una mayor reducción en la densidad mineral ósea que los adolescentes de la población general y sufrían, además, una deficiencia hormonal que afectaba de forma negativa al metabolismo del calcio y los huesos.

La conclusión final fue que, al igual que en el caso de las pacientes femeninas, la duración de la enfermedad era la variable que en mayor medida determinaba la pérdida de masa ósea, de modo que si los pacientes recuperaban totalmente el peso y la función hormonal, presentaban un incremento de masa ósea superior al normal compensado así, al menos en parte, la pérdida inicial.

Debido a que el adolescente continúa perdiendo masa ósea mientras está enfermo, se hace evidente la importancia de detectar de manera temprana la enfermedad y realizar un seguimiento posterior para conseguir alcanzar un peso y una función hormonal normal durante la adolescencia.