Con el cambio de estación, además de las alergias, la astenia primaveral se hace notar. Una de cada 10 personas la va a padecer, siendo las mujeres entre 35 y 60 años las más propensas. Así pues, la revisión de la dieta es fundamental para asegurar que el organismo esté bien nutrido con el fin de estimular el sistema inmunológico y combatir los síntomas de la astenia primaveral.
La llegada de la primavera comporta una serie de cambios climáticos que generan uno de los trastornos más extendidos en esta época, la astenia primaveral. En un nivel leve o moderado, afecta a una de cada diez personas, según la Vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Pilar León, siendo las mujeres con edades comprendidas entre 35 y 60 años las más propensas a padecerla.
El actual contexto en el que se encuentra la sociedad, caracterizado por la profunda crisis que sacude el país y el estrés que ésta conlleva, aumenta los casos de este desorden primaveral.
Disminución de endorfinas en el organismo
La astenia primaveral es un trastorno leve y pasajero que se produce cuando nuestro cuerpo no consigue adaptarse de forma adecuada a los cambios que conlleva la nueva estación: el aumento de la intensidad lumínica, la subida de las temperaturas, el incremento de las horas de sol, etc. La causa de esta mala o lenta adaptación es la disminución de las endorfinas en el organismo, sustancias que regulan el bienestar-malestar de nuestro cuerpo. Esto se manifiesta en una sensación de cansancio, debilidad, agotamiento, somnolencia y falta de vitalidad generalizada.
Según la vocal de alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Pilar León «una alimentación inadecuada puede potenciar esta patología y potenciar la fatiga ya existente». Para ello recomienda el consumo de probióticos y declara que «es importante reforzar el sistema inmunológico con productos que nos ayuden a mejorarlo y conseguir así que el organismo esté mejor preparado para afrontar el cansancio y la fatiga».
En este sentido las recomendaciones para afrontar la astenia primaveral son:
– Dieta equilibrada y buena hidratación
– Seguir los horarios de las comidas: realizando cinco comidas al día
– Dormir las horas necesarias: al menos siete u ocho horas diarias
– Ejercicio físico: caminar, nadar, bici, etc.
– Mantener una actitud positiva: la risa hace que se liberen endorfinas, hormonas que son capaces de retrasar la sensación de cansancio y aumentar el umbral del dolor
Alimentos recomendados:
– Aumentar la presencia de cereales, legumbres, frutas y verduras de temporada. Es decir, aumentar el consumo de hidratos de carbono y reducir el consumo de grasas.
– Consumir productos integrales, ricos en fibras y vitaminas del grupo B.
– Aumentar el consumo de ácidos grasos poliinsaturados como los Omega 3 que se encuentran mayoritariamente en los pescados azules.
– Consumir alimentos con probióticos que ayude a reforzar el sistema inmunológico.
Alimentos perjudiciales:
– Los llamados azúcares rápidos: bollos, pasteles, etc.
– Las grasas saturadas y colesterol
– Los fritos y las comidas muy elaboradas
– Las salsas
– Las bebidas excitantes con cafeína, té, alcohol, etc.
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