¿Genialidad o locura? A los psiquiatras les cuesta distinguir

La fantasía ha impulsado en muchas ocasiones al ser humano a tratar de convertir en realidad lo que en un principio no era más que el producto de su imaginación. A la Psiquiatría no le resulta fácil distinguir la fantasía creativa de la patológica.

La fantasía ha impulsado en muchas ocasiones al ser humano a tratar de convertir en realidad lo que en un principio no era más que el producto de su imaginación. La fantasía nos llevó a imaginar que podríamos algún día poner un pie en la luna, pero también nos puede llevar tan lejos como para perder el contacto con la realidad y adentrarnos en el territorio de la enfermedad mental. El Ciclo En Tierra de Nadie: Conversaciones sobre Ciencias y Letras aborda este difícil equilibrio en la mesa redonda sobre “Realidad, Racionalidad y Fantasía” que organizan la Fundación de Ciencias de la Salud y la Fundación Novacaixagalicia, con la colaboración de GlaxoSmithKline (GSK).

“Nos pareció que era un tema muy bonito y apropiado para tratar en Galicia, y además todos los que intervenimos tenemos raíces gallegas”, explica el profesor Javier Puerto, patrono de la Fundación de Ciencias de la Salud y director del Ciclo “En Tierra de Nadie”, que por primera vez se celebra en esta comunidad autónoma. “La literatura fantástica forma parte de lo mejor de las letras gallegas. Galicia es un territorio lleno de leyendas, una cultura hecha a base de lo mítico, de lo fantástico, y tiene escritores que han trasladado ese universo de forma maravillosa, como Cunqueiro, Torrente Ballester o el propio José María Merino”, afirma el profesor Puerto.

En la mesa interviene uno de los mejores exponentes de la literatura fantástica actual como es el escritor y académico José María Merino, para quien “la imaginación de ficciones es algo que está en el origen del ser humano, previo a la escritura, y es un modo de intentar entender la realidad que le circunda. La ficción no es un invento de la cultura sino algo originario en el ser humano». Intentando encuadrar la realidad y la fantasía en una explicación antropológica, el escritor afirma que “el ser humano es sapiens porque es simbólico, porque utiliza materiales simbólicos para ordenar la realidad. Todo eso constituye la ficción más auténtica, el mundo de los mitos”.

Desde su condición de autor de una extensa obra en narrativa, ensayo y poesía, que le ha convertido en uno de los escritores más leídos de nuestro tiempo, José María Merino no ve un antagonismo entre la racionalidad y la fantasía, salvo “cuando la ficción trata de convertirse en verdad. La ficción hay que aceptarla como lo que es. Un poema no se puede comparar con una fórmula matemática, aunque son modos diferentes y complementarios de acercarnos a la realidad”

La fantasía forma parte de los procesos de aprendizaje del ser humano, individual y colectivamente. Pero de vez en cuando, en opinión del profesor Javier Puerto, “por pura genialidad a veces y las más por enfermedad, esa fantasía produce seres humanos desajustados de su entorno, y ahí es donde entra la Psiquiatría. El Dr. Manuel Serrano Vázquez, jefe del Área Sanitaria de Salud Mental de A Coruña, cree que la fantasía es un mecanismo adaptativo pero también tiene una vertiente mórbida, que la realidad tiene su contrapunto en las alucinaciones y la racionalidad, en los delirios.

En la práctica clínica, este psiquiatra asegura que “a veces no es fácil distinguir la fantasía proyectiva y creativa de la patológica”. El tema ha dado mucho de sí en literatura y el Quijote es un personaje que puede servir como punto de encuentro, en opinión del Dr. Serrano. “Muchos psiquiatras han tratado de hacer un diagnóstico del Quijote, y se ha dicho de todo. Yo creo que en este personaje se une lo patológico y lo real, porque Cervantes utiliza la locura y los periodos de lucidez del Quijote para criticar la realidad social de su época”.