Hijos de homosexuales

14Mar. 02

La AAP ha hecho público un comunicado institucional a través de su revista en el que afirma que los niños que conviven con parejas homosexuales crecen igual de sanos que quienes conviven con parejas heterosexuales y sostiene que no hay datos científicos creíbles que demuestren lo contrario.

Los niños que conviven con parejas homosexuales «tienen las mismas ventajas y las mismas expectativas de salud que los niños con padres heterosexuales», afirma la principal asociación pediátrica de Estados Unidos, la American Academy of Pediatrics (AAP).

Su conclusión es resultado de una revisión de estudios que no ha encontrado ninguna prueba de lo contrario, por lo que la AAP ha hecho una declaración institucional en la que apoya que las parejas homosexuales puedan inscribirse como padres y madres legales y que tengan los mismos derechos de adopción.

Este llamamiento se ha hecho «en interés de los niños y sus necesidades», afirma la doctora Ellen C. Perrin, pediatra de Boston asesora de la AAP para temas psicosociales, familiares y de infancia. Para estos niños, «nuestros pacientes, sus familias son muy importantes para su bienestar».

Cada vez son más los niños que crecen al lado de dos padres o dos madres, pero en Estados Unidos, como en España, todavía esta situación no está totalmente reconocida legalmente pues hay un vacío judicial al respecto. Vacío, que según la doctora Perrin, la postura de la AAP pretende «ayudar a cerrar».

En su opinión, el reconocimiento de estas parejas mediante unión civil también ayudaría a proporcionar seguridad a estos niños con dos padres o madres. Pero el punto principal de esta declaración es que el desarrollo de un niño con padres o madres homosexuales «es en muchos aspectos como el de cualquier niño, la única diferencia, es que sus padres o madres son del mismo sexo». Y añade que en su revisión han detectado que «no existen datos científicos creíbles que demuestren que estos niños tengan desventajas respecto a los niños con padres heterosexuales».

El estudio, según Perrin, también tiene el objetivo de «servir a los homosexuales en futuros juicios en los que quieran reclamar sus derechos».