Imágenes que salvan vidas

Desde que en 1895 Wilhelm Konrad Roentgen descubriera los Rayos X se han producido multitud de avances en el campo de la Radiología. Hemos pasado de las primeras radiografías y del descubrimiento de los contrastes iodados a los stents, las técnicas de PET-TAC... Y una vez nuestro cuerpo ya es transparente -a los ojos del radiólogo-, el futuro pasa por el diagnóstico a nivel molecular. Así lo manifestaron los especialistas reunidos en el seminario Imágenes que salvan vidas, que la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) ha organizado recientemente en colaboración con Bayer Schering Pharma.

La evolución de las tecnologías diagnósticas permite, en la actualidad, identificar con una precisión hasta hace poco tiempo insólita, una gran variedad de enfermedades desde sus fases más tempranas, facilitando así la planificación del tratamiento de forma rápida, precisa y cada vez más cómoda para el paciente. Y en este proceso ha contribuido de forma decisiva la evolución paralela que han tenido los medios de contrastes utilizados y que han permitido detectar y caracterizar lesiones hasta hace poco inaccesibles.

El diagnóstico y tratamiento del cáncer, de afecciones cardiovasculares o de trastornos del sistema nervioso central, entre otros, no se pueden entender ya sin la aplicación de las nuevas técnicas de diagnóstico por imagen. Y es que «son precisamente las patologías más prevalentes las más beneficiadas por estos avances», comentó el Dr. Eduardo Fraile, Director de la Unidad Central de Radiodiagnóstico de la Comunidad de Madrid.

Los medios de contraste

Los medios de contraste han servido para incrementar la calidad de los diagnósticos al aportar información relevante tanto para la detección como para la caracterización de la gran mayoría de las lesiones, optimizando la información suministrada por la tecnología, en beneficio del paciente.

Así, mientras que en un principio trataban el cuerpo en su totalidad, han ido cambiando en los últimos años hasta llegar a un alto grado de especificidad. Tal y como expresó el Dr. Francisco Tardáguila, Presidente de la SERAM y Jefe de Servicio de Radiodiagnóstico de Hospital POVISA de Vigo, «resulta sorprendente ver como en la actualidad disponemos de medios de contraste que se centran en un órgano, como los hepatoespecíficos, que son capaces de detectar con una alta rapidez, seguridad y precisión lesiones hepáticas de milímetros -imposibles de ver de otra forma- y que son asintomáticas».

Por tanto, gracias los medios de contraste «podemos ver el volumen, la permeabilidad capilar, la densidad vascular o la angiogénesis de una lesión; obtenemos marcadores de agresividad biológica; o somos capaces de saber la histopatología sin necesidad de biopsiar. Toda esta información permite al radiólogo definir con más precisión el tratamiento y el pronóstico de la enfermedad», remarcó el Dr. Luis Martí Bonmatí, Vicepresidente de SERAM , Jefe de Sección de Resonancia Magnética del Hospital Dr. Peset de Valencia.

En este sentido afirmó que «si somos capaces de generar información muy avanzada de las propiedades del intersticio, de la permeabilidad vascular… no hay que cuestionar el tema económico, porque si es útil es barato».

Por otro lado, el Dr. Martí explicó que «además los medios de diagnóstico van mas allá puesto que los desarrollos actuales nos permitirán realizar en un futuro no muy lejano diagnósticos a nivel molecular mediante contrastes que identifiquen una determinada función celular».

Los especialistas en este campo coinciden en destacar que la evolución de los medios diagnósticos ha hecho que el cuerpo humano sea transparente. «A partir de ahora la única evolución posible, de un mundo que no se detiene ni un instante, será para identificar lo que todavía es invisible: la función de las células y de las moléculas. Los contrastes evolucionan hacia la identificación de procesos, antes demostrados sólo en biopsias y pronto identificables in vivo «, afirmó el Dr. Tardáguila.

El reconocimiento a la figura del radiólogo

La transparencia del cuerpo humano, alcanzada con estos avances técnicos, contrasta con la invisibilidad que la figura del radiólogo tiene para la mayoría de los pacientes que les atribuyen funciones meramente técnicas, cuando la Radiología es una especialidad clínica. No podemos olvidar que es el radiólogo quién, tras la lectura e interpretación de las imágenes que obtiene de las «máquinas», emite un informe diagnóstico.

Por ello, los expertos reclaman una mayor profesionalización y mejora continua en esta especialidad médica que cada vez ocupa más espacio y es reconocida como fundamental para la interpretación y diagnóstico que facilite una mejor planificación y resultado del tratamiento.