19Dic. 02
En los últimos años ha aumentado el consumo de drogas de diseño, en un hospital como el Clínic de Barcelona un 14 por ciento del total de intoxicaciones por drogas de abuso atendidas en los servicios de urgencias se deben a drogas de diseño.
Cómo manejar las distintas patologías causadas por el consumo de las distintas drogas de diseño ha sido el objetivo de la jornada organizada por el Servicio de Urgencias de la Clínica Girona, bajo el título «Actualización del enfoque terapéutico en la urgencia derivada del consumo de drogas de diseño». En ella han participado expertos de diversos hospitales para revisar los protocolos de actuación en urgencias de hospital ante el creciente consumo de esta sustancias.
«La protocolización urgente ante los efectos secundarios agudos, es uno de los puntos clave en los que hay que incidir si se quiere mejorar el tratamiento de este tipo de intoxicaciones», explica el doctor Pere Munné, especialista del Servicio de Toxicología del Hospital Clínic de Barcelona.
Ante un paciente que llega a urgencias por un efecto adverso o una intoxicación más grave, lo primero que se debe hacer es una valoración para precisar el tratamiento necesario, que en los casos más graves puede ser de resucitación, intubación o masaje cardíaco. «Los ejes por donde tiene que discurrir el tratamiento en esta patología son de dos estilos: sedar al paciente con una serie de fármacos y disminuir la temperatura corporal si ésta se haya elevada», apunta el doctor Munné.
Además de estos dos ejes fundamentales, también deben darse otros tratamientos complementarios en función del resto de manifestaciones clínicas graves que el paciente puede presentar, como pueden ser arritmia, hipertensión, convulsiones o psicosis, entre otros.
Prevención
Para evitar en lo posible los riesgos del consumo de las drogas de diseño, el especialista recomienda un consumo adecuado de agua, que la temperatura ambiental no sea excesiva y que no haya un movimiento continuo de la persona, por tanto si se está bailando es recomendable descansar en algún momento. Estas recomendaciones son básicas ya que el ambiente condiciona en gran medida los riesgos del consumo. «Me atrevo a decir que si una persona estuviera en una cama y tomara una pastilla con un control determinado de miligramos de éxtasis, probablemente sin moverse y a 20 grados, a menos que tuviese una idiosincrasia propia, esta persona no tendría un riesgo vital porque carecería de los factores adicionales del ambiente», explica el doctor Munné.
Este mismo especialista explica la labor que realizan los voluntarios de la plataforma Energy Control en el mismo ámbito donde se consume la droga, es decir, en los entornos de fiesta, discotecas y salas de música. La prevención que se realiza desde este ámbito se aleja bastante de un enfoque moralista, ya que pretende un diálogo de tú a tú, basado en la información. «Lo que se pretende es incidir en que las personas que lo consuman al menos sepan lo que deben o no deben hacer, que estén concienciadas de que en caso que les produzca algún riesgo sepan donde acudir, qué hacer y cómo prevenirlo. Y también ir entrando en el tema que sin el consumo de éxtasis también hay fiesta», concluye el doctor Munné.
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