23Nov. 01
Un equipo de investigadores del Hospital Clínico de Barcelona y de la Universidad de Barcelona (UB) ha demostrado la efectividad del tungstato sódico en el tratamiento de la obesidad en animales de laboratorio. La aplicación de esta sustancia química como fármaco anti-obesidad se comenzará a ensayar en humanos en los próximos meses, según han informado los directores de esta investigación, el doctor Ramón Gomis, jefe de la Unidad de Endocrinología y Diabetes del Hospital Clínico, y el doctor Joan Guinovart, director del Parc Científic de Barcelona.
La obesidad, que afecta al 20 por ciento de los europeos y hasta el 25 por ciento de los norteamericanos, representa una de las principales plagas de las sociedades modernas por su elevado índice de mortalidad. A diferencia de otros fármacos desarrollados para ayudar a combatir la obesidad, el tungstato sódico «no actúa sobre el hambre ni la absorción de grasa, sino en el consumo energético», explica el doctor Gomis.
El efecto anti-obesidad de este principio activo se ha determinado y comprobado en ratas. El primer paso del estudio realizado por los investigadores catalanes consistió en desarrollar obesidad inducida en las ratas alimentadas con la denominada «dieta de cafetería», consistente en la oferta de alimentos frescos y gustosos con alto contenido en grasas y/o carbohidratos, junto al pienso estándar. A otro grupo de roedores se le alimentó con una dieta considerada estándar, a base de agua y piensos. Treinta días después, las ratas que comieron la «dieta de cafetería» habían engordado aproximadamente un 25 por ciento más que los animales que recibieron la dieta estándar. Los niveles de lípidos y glucosa en la sangre de las ratas obesas (las que recibieron la «dieta de cafetería») también eran más altos.
Posteriormente se dividió cada uno de los grupo (las ratas con dieta de cafetería y las ratas con dieta estándar) en dos subgrupos (uno tratado con tungstato y otro no). Durante otros 32 días se administró tungstato a un grupo de ratas con dieta estándar y a un grupo de ratas alimentadas con dieta de cafetería. Al final de ese periodo de tiempo se comprobó una disminución significativa del peso corporal, tanto en las ratas alimentadas de forma estándar como en las ratas alimentadas con dieta de cafetería que habían sido tratadas con tungstato sódico. Las ratas que no recibieron el compuesto mantuvieron el peso. Entre las ratas que recibieron la dieta estándar, las no tratadas con tungstato sódico tuvieron un engorde normal (típico del desarrollo animal) y las que recibieron la sustancia mantuvieron su peso en valores alrededor de antes del inicio del tatamiento con el compuesto.
El estudio continuó con un periodo de recuperación de 34 días, en el cual se comprobó la reversibilidad del tratamiento con tungstato. Cuando se suprimió el tratamiento, todas las ratas empezaron a ganar peso corporal rápidamente, pero al final del estudio la direrencia en incremento de peso corporal entre las ratas obesas a causa de la «dieta de cafetería» tratadas con tungstato y las no tratadas era muy importante. Por lo tanto, del estudio se desprende que mucho tiempo después del final del tratamiento, el tungstato había causado un efecto adelgazante permanente que era mayor en las ratas que padecían obesidad o sobrepeso, que en aquellas ratas con peso normal.
¿Qué es el tungstato sódico?
El tungstato sódico fue descubierto por el doctor Joan Josep Guinovart, catedrático de la Universidad de Barcelona, en 1995 como una sustancia para tratar la diabetes. En esa época, su patente como anti-diabético fue vendida y se iniciaron las investigaciones de toxicidad, hechas con la participación del Hospital Clínico de Barcelona. Los médicos que testaban el compuesto, observaron su efecto adelgazante y decidieron investigar su uso contra la obesidad. En la actualidad, los derechos de la patente del tungstato sódico en obesidad han sido adquiridos por Química Farmacéutica Bayer a la Universidad de Barcelona.
Mecanismo de acción del tungstato sódico
La mayoría de organismos complejos poseen un mecanismo de regulación del gasto energético. Todo lo que comemos diariamente es ingerido, procesado y transformado en calorías. Las calorías son unidades de energía que usamos para mantener todos los procesos celulares de nuestro cuerpo en funcionamiento. El mecanismo de regulación del gasto de energía varía en función de la edad, el sexo y la actividad de cada individuo, entre otras variables. En el caso específico de los obesos, el mecanismo de gasto de energía parece no funcionar como debería, ya que aunque coman poco, esas personas no consiguen adelgazar.
Existe en nuestro organismo una molécula llamada ATP que es la principal encargada de proveer energía a todos los procesos celulares. Lo que hace el tungstato sódico es activar unas proteínas llamadas «desacopladoras», que interfieren en la producción de ATP, estimulando el gasto de energía que normalmente se iba a acumular en forma de grasa. Según los tests realizados en ratas de laboratorio, el tungstato sódico provoca el adelgazamiento actuando en el mecanismo de gasto de energía del cuerpo.
Dentro de dos meses el tungstato sódico empezará a ser testado en los primeros voluntarios humanos sanos (no-obesos). Pero, pese a los resultados esperanzadores en roedores, aún quedan muchos interrogantes abiertos. El equipo de investigadores que estudia la substancia estima que, en el caso de que se comprueben científicamente todos los efectos beneficiosos para los obesos, el medicamento podrá ser comercializado como muy pronto dentro de cinco años.
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