Investigadores devuelven la vista a roedores con DMAE

Utilizaron técnicas de ingeniería genética para conseguir transplantar células del epitelio pigmentario de la retina en ratas con predisposición a la DMAE, consiguiendo devolver la vista a los animales.

Científicos británicos y norteamericanos han desarrollado una técnica que podría convertirse en un tratamiento de referencia para la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). Investigadores del Instituto de Oftalmología del University College de Londres, junto a colegas norteamericanos de la Universidad de Utah, han utilizado técnicas de ingeniería genética para transplantar células del epitelio pigmentario de la retina en ratas que habían nacido con predisposición a esta degeneración de la retina, la cual les había provocado pérdida de visión, consiguiendo devolver la vista a estos animales. Los espectaculares resultados hacen que esta técnica se haya convertido en una gran esperanza contra la degeneración macular, lo que ha animado a acelerar la puesta en marcha de las pruebas en humanos.

Las células del epitelio pigmentario de la retina (RPE en sus siglas en inglés) son un componente esencial de la visión, pero dejan de funcionar correctamente con la degeneración macular, una enfermedad que es la primera causa de pérdida de vista en adultos de más de 50 años en el mundo occidental. Por primera vez, se han conseguido cultivar in vitro células RPE y han sido transplantadas a otro ser vivo, consiguiendo que sobrevivan y restaurando la vista de estos animales.

El estudio, dirigido por los doctores Coffey y Girman, ha sido publicado en la revista Nature Neuroscience (Vol. 5 No. 1) y podría ser el umbral al primer tratamiento efectivo para la degeneración macular asociada a la edad y para la retinosis pigmentaria.

La DMAE en España

En España 300.000 personas sufren Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) pero, según los expertos, esta cifra se triplicará en los próximos 25 años. Esta neovascularización coroidea es un cuadro clínico caracterizado por la aparición de una malla de vasos anormales, que crecen debajo de la retina. Este tejido fibrovascular afecta a la mácula, zona central de la retina. Como la pared de estos vasos es permeable, se produce un acúmulo de líquido y de sangre en el espacio subretiniano, creando una barrera que separa las células encargadas de la visión de la capa encargada de nutrirlas, con su consiguiente deterioro.

Acceda al[resumen](http://www.nature.com/cgi- taf/DynaPage.taf?file=/neuro/journal/v5/n1/abs/nn782.html) del estudio en Nature Neuroscience (acceso mediante registro gratuito)