Investigadores gallegos idean un test para diagnosticar la infertilidad masculina por fragmentación de ADN

El nuevo test es más sencillo y requiere menos recursos que el ya disponible en países como Estados Unidos y permitirá, según sus responsables, detectar casos de infertilidad masculina reversibles y pasajeros por fragmentación de ADN, lo que ayudará a muchas parejas con este problema a atacar directamente la causa y lograr la ansiada gestación.

Un equipo de expertos del Instituto de Infertilidad Masculina de la Unidad de la Mujer del Hospital USP-Santa Teresa en A Coruña ha conseguido desarrollar un test pionero en Europa que permite diagnosticar una de las principales causas de infertilidad masculina. Este test, al que se ha dado el nombre de SCD (Sperm Chromatin Dispersion Test) permite identificar la fragmentación del ADN de los espermatozoides que provoca serios daños a la información genética que transportan, impidiendo así el embarazo o provocando que se interrumpa la gestación si ha llegado a tener lugar.

Según el doctor Juan Álvarez, director de este equipo, una vez unidas la información genética del espermatozoide y la del óvulo, esta fragmentación de la cadena de ADN impide que haya una «lectura normal de esa información» que en condiciones normales determinaría el desarrollo del embrión, por lo que la gestación no se lleva a cabo o se interrumpe.

Las causas de estas fragmentaciones son, normalmente, episodios reversibles y pasajeros en los que hay un aumento de la temperatura corporal que daña la calidad de los espermatozoides, abarcando desde procesos gripales hasta el uso de saunas y jacuzzis. En estos casos, basta con esperar a que se agote la oleada afectada para que se normalice el ADN en los nuevos espermatozoides, lo que suele ocurrir en unas diez semanas aproximadamente.

Otras causas pueden ser ciertas profesiones de riesgo como el trabajo en altos hornos e incluso profesionales del transporte por la fricción causada por la postura al volante. Otros factores que la causan son determinados medicamentos, el estrés, agentes tóxicos y medioambientales y la edad, y en algunos de estos, sobre todo el último, sí puede haber más riesgo de irreversibilidad.

El test surge del perfeccionamiento de otro test disponible ya en Estados Unidos y otros once países, en cuyo desarrollo participó el propio doctor Álvarez. Según Álvarez, el equipo de investigadores gallegos se planteó entonces la posibilidad de desarrollar un test «de la misma precisión pero accesible a los laboratorios convencionales» ya que su antecesor norteamericano «requiere una instrumentación muy compleja y costosa».

Evitar diagnósticos no del todo precisos

El nuevo test puede ser realizado en cualquier laboratorio y, según el doctor Álvarez, permite medir «si el ADN que está dentro de la cabeza de los espermatozoides se puede expandir o no», una característica directamente relacionada con la fragmentación de su carga genética.

El doctor Álvarez, también catedrático de la Universidad de Harvard, nos explica de manera gráfica que el ADN contenido en la cabeza del espermatozoide «es como un muelle atado con unas cuerdas bioquímicas» que se romperán una vez entre en el óvulo para que «se expanda y se fusione con la carga genética de éste». Así, el nuevo test SCD «mide el grado de expansión del muelle una vez tratado con reactivos». Hasta el desarrollo de este test, los expertos sólo disponían de métodos convencionales como el seminograma para calibrar el grado de fertilidad masculina a través de parámetros como la velocidad, concentración o morfología de los espermatozoides.

Sin embargo, al no poder detectar la fragmentación del ADN en los espermatozoides en algunos casos, forzaba a que algunos hombres fueran diagnosticados de infertilidad por causa desconocida aunque el varón poseyera condiciones para la fecundación. Por ello, el doctor Braulio Peramo, ginecólogo del Hospital USP-Santa Teresa califica el nuevo método de «muy útil» pues abre un nuevo abanico a las posibilidades de diagnóstico de la infertilidad masculina.