La estimulación ovárica en la fecundación in vitro (FIV) está relacionada con una alta incidencia de embarazo múltiple y parto prematuro. Ello ha llevado a un grupo de investigadores ingleses a comparar su efectividad frente al uso de óvulos del ciclo menstrual natural, una alternativa que consideraban efectiva para algunas parejas. Sus resultados, publicados por la revista Human Reproduction, confirmaron sus expectativas.
La doctora Geeta Nargund y su equipo estudiaron en el King»s College School of Medicine de Londres, cincuenta y dos mujeres con ciclos menstruales regulares, cuyos compañeros tenían un semen de calidad normal. A estas pacientes se les practicaron 181 ciclos de FIV con ovocitos obtenidos del ciclo natural, y se obtuvo un porcentaje de éxito similar al que consiguen las terapias en las que se emplean fármacos para estimular la ovulación. Así, el índice de embarazos de estas mujeres alcanzó el 46 por ciento, con una tasa de nacimientos del 32 por ciento.
Otras ventajas de la FIV con óvulos obtenidos en el ciclo menstrual natural son que ofrece una mayor seguridad para la paciente, ya que es menos agresivo que el tratamiento farmacológico y puede ser mantenido en diferentes ciclos consecutivos. También tiene un coste menor, ya que no utiliza los caros fármacos usados en la estimulación ovárica y no necesita un seguimiento médico tan exhaustivo. Este equipo de investigadores ha calculado que «este tratamiento puede ser ofrecido a un precio aproximado de un 23 por ciento del coste de la estimulación ovárica», lo que lo convierte en una «alternativa más económica a las técnicas de reproducción asistida convencionales».
El proceso de estimulación ovárica
Cuando una pareja sufre un problema de infertilidad se estudian minuciosamente las posibles causas, tanto en el hombre como en la mujer. Estas pueden estar relacionadas tanto con la calidad de espermatozoides y óvulos, como con defectos anatómicos. Detectado el problema, se utilizan para solucionarlo tratamientos con medicamentos o intervenciones quirúrgicas que no revisten mucha complejidad. Sólo cuando estas vías no solucionan el problema de esterilidad se recurre a la Reproducción Asistida.
En ella, las hormonas que se administran a las pacientes para la estimulación ovárica tienen dos efectos adversos que son la hiperestimulación, que puede suponer una importante complicación para la mujer, y el embarazo múltiple, que implica el problema ético todavía no resuelto de la reducción embrionaria. Por ello, la prioridad de los investigadores es mejorar y simplificar los métodos de estimulación ovárica con el objetivo de disminuir sus riesgos, o encontrar una alternativa como la propuesta por este equipo de doctores ingleses.
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