Karl Fagerström destaca el daño que el tabaco provoca en el corazón en el último Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo

El consumo del tabaco es uno de los principales factores de riesgo y el responsable directo del 30 por ciento de todas las cardiopatías coronarias, puso de relieve el reconocido experto Karl Fageström durante el IV Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo.

El consumo del tabaco es uno de los principales factores de riesgo y el responsable directo del 30 por ciento de todas las cardiopatías coronarias. Partiendo de datos tan significativos con este, Karl Fagerström, experto mundial en Tabaquismo, quiso presentar en el marco del IV Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo los beneficios de la Terapia Sustitutiva con Nicotina a altas dosis para dejar de fumar.

Hay que recordar que un fumador tiene el doble de posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiovascular que un no fumador y que este riesgo se multiplica por cuatro si además son diabéticos u obesos. Sin embargo, las patologías cardiovasculares se pueden prevenir si se modifican los factores de riesgo, principalmente el tabaco y si se adopta un estilo de vida saludable. Si la cifra de fumadores se redujera a la mitad, se evitarían más de 20 millones de muertes en los próximos 25 años.

Tres años después de dejar de fumar, el riesgo de infarto de miocardio o accidente cardiovascular disminuye. Y trascurridos 15 años, el peligro de morir por cardiopatía coronaria se acerca al de una persona que no ha fumado nunca.

Para conseguirlo, la THS a altas dosis «está teniendo unos resultados muy óptimos», explicó Karl Fagerström a MedicinaTV.com en el marco del dicho congreso.

«Iniciar el uso de la Terapia Sustitutiva con Nicotina (TSN) días antes de dejar el tabaco puede hacer que las probabilidades de éxito aumenten», añadió también este especialista sueco.

La administración de dosis de TSN por debajo de lo recomendable comporta un mayor riesgo de recaída por parte del ex-fumador, por lo que Fagerström subrayó «la importancia de que la dosis de sustitutivos de nicotina sea lo suficientemente alta como para que resulte efectiva, especialmente en los grandes fumadores». Abandonar la terapia demasiado pronto también puede provocar que el riesgo de recaída sea mayor.

Mujer y fumadores pasivos

Se estima que un 1 por ciento de las 52.000 personas que mueren al año en España por culpa del tabaco es no fumador. En este sentido Karl Fagerström, destacó que «el tabaco no es solo una cuestión individual porque el peligro se extiende a las personas que conviven con un fumador y si uno deja de fumar es más probable que los hijos no vaya a fumar».

También este experto recordó que estudios recientes han demostrado que el tabaco es el principal desencadenante de problemas cardiovasculares en mujeres que usan anticonceptivos hormonales. Mientras que la mujer sana, no fumadora, puede usar la píldora hasta la menopausia, sin que aumente el riesgo de enfermedad cardiovascular, en mujeres menores de 35 años que fuman los expertos recomiendan utilizar anticonceptivos hormonales de menor dosis estrogénica.

Tabaco y corazón

Los fumadores presentan mayor incidencia de infarto de miocardio y, además, suele presentarse a una edad más temprana que los no fumadores. La incidencia de la enfermedad coronaria es tres veces mayor en los fumadores y el riesgo es proporcional al número de cigarrillos que se fuman al día y al número de años que se lleva fumando, según la Fundación Española del Corazón.

Las principales causas de muerte en todo el mundo fueron las enfermedades cardiovasculares (1,7 millones de muertes) seguidas de las afecciones crónicas obstructivas de los pulmones (menos de un millón de muertes) y cáncer de pulmón (alrededor de 850.000), según la última evaluación epidemiológica del efecto global del tabaco sobre la mortalidad mundial.

Tampoco hay que olvidar que el tabaco es el responsable del 90 por ciento de los casos de cáncer de pulmón y también está estrechamente relacionado con los cánceres de esófago, vejiga, riñón, cuello de útero y páncreas.

Para Karl Fagerström, el tabaquismo es «un fenómeno cultural que está produciendo muertes prematuras y que no puede seguir así». En su opinión, «combatir el tabaquismo es algo que se está haciendo muy lentamente ya que si se tratara de otra enfermedad, con las cifras tan devastadoras que arroja, recibiría más atención y más esfuerzos para atajarlo». Se trata «de un problema susceptible de prevención y por ello, el objetivo común es conseguir que los jóvenes no empiecen a fumar y quienes ya lo han hecho, dejen este hábito lo antes posible», añadió.