La alergia es de occidente

27Oct. 03

En los países occidentales, o en sus zonas desarrolladas, se están multiplicando las enfermedades alérgicas mientras que éstas son prácticamente inexistentes en los países subdesarrollados. Así se afirma en el estudio internacional titulado La rinitis alérgica y su impacto sobre el asma (ARIA) que ha contado con la colaboración de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y en el que también se pone de manifiesto la mayor importancia del medioambiente ante los factores genéticos en la aparición de alergias.

Así, la causa de esta mayor prevalencia de la alergia en los países desarrollados no es genética, puesto que «las mismas poblaciones, cuando se trasladan a países desarrollados, empiezan a manifestar alergias», tal y como apunta el doctor Antonio Peláez, presidente de la SEAIC. Al parecer y según los expertos, el motivo se encuentra en la llamada «teoría de la higiene», por la cual se considera que mientras en las sociedades industriales el organismo de los alérgicos reacciona contra agentes inofensivos de por sí, en los países subdesarrollados está ocupado en combatir agentes patógenos. Del mismo modo, se ha comprobado que las personas que viven en el campo son menos alérgicas que las que habitan en la ciudad, a pesar de estar más en contacto con pólenes.

Revelación sorprendente

Por otra parte, sorprende el dato también aportado por el estudio ARIA y apoyado por investigaciones previas, según el que los hijos de padres de mayor poder adquisitivo o con mejor educación presentarían más riesgo de que sus hijos fueran alérgicos. Pero a pesar de esta información, serían los factores ambientales los más condicionantes, por encima de los hereditarios, a la hora de provocar alergias.

Los últimos estudios epidemiológicos apuntan hacia la contaminación atmosférica como uno de los principales responsables del incremento del número de alérgicos a los pólenes, fundamentalmente en las ciudades. Esta contaminación y su combinación con otros factores como el aumento en el consumo de tabaco o la falta de exposición a los gérmenes en la infancia son los elementos decisivos en la multiplicación anual de pacientes alérgicos.

Es así como queda en segundo plano la predisposición hereditaria, que se estima en al menos un 20 por ciento de la población. Tal y como explica el doctor Peláez, «esta predisposición genética ya existía hace siglos, pero son necesarios otros factores para el desarrollo de la enfermedad», siendo la continua exposición a los alergenos lo que fundamentalmente desencadena las patologías alérgicas.

La polinosis

Una de las causas más frecuentes de la rinitis alérgica, que es la dolencia alérgica más habitual, es la polinosis. Esta enfermedad alérgica se presenta normalmente durante la estación de primavera y la causa una reacción alérgica frente a los pólenes presentes en la atmósfera, que penetran en el organismo, generalmente a través de las mucosas expuestas al aire (ojos, nariz y boca). «La enfermedad polínica más frecuente es la rinoconjuntivitis, y en segundo lugar se sitúa el asma bronquial, afectando a un 35 por ciento de la población alérgica al polen en España», indica el doctor Peláez.

Entre las medidas preventivas ante la alergia, los especialistas recomiendan acudir al alergólogo antes de adentrarse en pleno periodo de polinización y de manifestar los síntomas de enfermedad (como picor de ojos, estornudos o lagrimeo). En opinión del doctor Peláez, «el primer paso, y si se trata de la primera temporada en la que se experimenta sintomatología alérgica, deberá ser acudir al médico de Atención Primaria». Éste recetará un tratamiento paliativo y, con posterioridad, el paciente será derivado al especialista.