La artrosis afecta al 17 por ciento de la población española y cuesta 4.700 millones al año

11Oct. 11

El 12 de octubre se celebra el Día Mundial de la Artrosis que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la cuarta enfermedad que más calidad de vida resta a los pacientes por cada año vivido.

Se trata de la enfermedad articular más frecuente en la actualidad y se prevé que, en los próximos años, se pueda duplicar el número de pacientes que la sufren, a causa del envejecimiento de la población. Además es responsable de más del 30 por ciento de las incapacidades laborales, tanto permanentes como temporales en España, y provoca el 35 por ciento de las consultas en atención primaria.

Pese a ello, no está concebida como una patología relevante a nivel social, médico o económico. Durante muchos años, la artrosis ha sido percibida como un mal inevitable asociado al envejecimiento y al desgaste físico. Pero la realidad es muy diferente: esta patología afecta a jóvenes deportistas, trabajadores, mujeres menopáusicas, personas con sobrepeso y jubilados, entre otros, empeorando seriamente su calidad de vida.

Por eso, con motivo del Día Mundial de la Artrosis que se celebra mañana 12 de octubre, Bioibérica Farma lidera una campaña para sensibilizar a la población acerca del coste social y económico de esta enfermedad.

La enfermedad reumática más frecuente

Dolor e incapacidad funcional. Estos son los principales síntomas de la artrosis, una enfermedad degenerativa, inflamatoria y crónica del aparato locomotor debida al desgaste de las articulaciones (concretamente del cartílago articular). Normalmente, la artrosis está localizada en las manos, las rodillas, la cadera o la columna vertebral. Provoca dolor, inflamación e impide que se puedan realizar con normalidad algunos movimientos como por ejemplo, cerrar la mano o caminar. Esta enfermedad afecta en especial a aquellas partes del cuerpo que tienen que soportar el peso, como pueden ser las rodillas.

La mayor parte de los pacientes con artrosis tienen 40 años o más, pero encontramos signos de artrosis en personas jóvenes, en especial en deportistas o personas que hacen ciertos movimientos repetitivamente, cargando una articulación en concreto, como pueden ser personas que trabajan en la construcción, o costureras.

Existen ciertas actividades asociadas con el desarrollo de la artrosis:

1. Levantamiento repetitivo de peso.

2. Estiramiento exagerado de la articulación, de manera repetida.

3. Posturas inadecuadas en el trabajo.

4. La vibración (taladros, máquinas de coser, máquinas perforadoras).

5. Los movimientos repetitivos de las articulaciones de las manos (en actividades como la costura) y las actividades deportivas en las que sobrecargamos una parte del cuerpo (como puede ser la rodilla, los futbolistas).

Un importante coste económico

Según el estudio ARtRoCad, elaborado por la Sociedad Española de Reumatología (SER) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) sobre la utilización de recursos sanitarios y la repercusión socioeconómica de la artrosis de rodilla y cadera en España, la artrosis cuesta a la Administración 4.738 millones de euros al año. Este dato equivale al 0,5 por ciento del PIB nacional.

El coste anual medio de la artrosis de rodilla y cadera en España asciende a 1.502 euros por paciente, y la mayor parte del coste (47 por ciento) se destina a los costes médicos:

– 22 por ciento del tiempo de visita por parte de los especialistas,

– 13 por ciento a ingresos hospitalarios,

– 5 por ceinto a medicamentos.

En el XXXII Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (2006), se expuso que las enfermedades reumáticas constituyen la primera causa de invalidez permanente, y la tercera de incapacidad laboral transitoria. Además, el 50 por ciento de las bajas por invalidez permanente originadas por enfermedades reumáticas, corresponden a pacientes con artrosis, con las consecuencias sociales y económicas que ello ocasiona.

Los condroprotectores, el único tratamiento específico para la artrosis

El tratamiento farmacológico recomendado para la fase crónica de la enfermedad es el de los SYSADOA (fármacos de acción sintomática lenta) o también llamados condroprotectores (medicamentos protectores de la articulación). Se trata de los únicos medicamentos específicos para tratar la artrosis a largo plazo porque actúan directamente sobre la articulación afectada.

No sólo alivian el dolor y mejoran la movilidad, sino que se está demostrando que tienen capacidad para atacar la enfermedad de raíz, frenando el deterioro de la articulación. Entre los SYSADOA o condroprotectores encontramos fármacos como el condroitín sulfato, el sulfato de glucosamina y el ácido hialurónico.