La automedicación en los niños

Uno de cada cuatro niños que acuden a las consultas pediátricas ya han recibido un antibiótico administrado por sus padres antes de ir al médico.

Uno de cada cuatro niños que acuden a las consultas pediátricas ya han recibido un antibiótico administrado por sus padres antes de ir al médico. Es precisamente en el ámbito infantil dónde se producen más resistencias bacterianas por el uso inadecuado de antibióticos. Así lo cree el doctor Miguel Gobernado, jefe de servicio de Microbiología del Hospital La Fe de Valencia. Según el doctor estos fármacos «no son tóxicos para los niños pero el problema básico de las resistencias empiezan en este grupo de población».

Según el doctor Gobernado, el uso en exceso y no justificado de los antibióticos provoca resistencias de las bacterias que actúan en el organismo aumenten progresivamente. Para el doctor Gobernado, en el futuro esto podría «provocar que los antibióticos que utilizamos actualmente dejen de tener eficacia».

Algunos de los factores que pueden ayudar a crear estas resistencias son el alto porcentaje de la medicación, la prescripción errónea de antibióticos por parte de algunos médicos (y su posterior almacenamiento en los botiquines), la venta de algunos medicamentos sin prescripción médica y la administración de algunos fármacos para alimentar animales para el consumo.

Las consecuencias de la automedicación en los niños es más grave dado que éstos son los que trasmiten más bacterias resistentes a los antibióticos porque tienen más contacto entre ellos en las guarderías y los colegios, y habitualmente están en lugares cerrados.

El problema de la automedicación en España alcanza cifras alarmantes. Se calcula que se consume una tonelada de antibióticos cada día y que el 90 por ciento de la población los consume al menos una vez al año.