La cifoplastia con balón consigue un alivio inmediato del dolor en el 90 por ciento de los pacientes con metástasis ósea en la columna vertebral

La cifoplastia con balón es una técnica de refuerzo vertebral que consiste en crear una cavidad y rellenarla con un cemento acrílico de alta densidad, lo que logra restablecer la altura del cuerpo vertebral. Se trata de un proceso quirúrgico mínimamente invasivo con una baja incidencia de fugas del cemento (en torno al 13-15 por ciento) frente a más del 40 por ciento de fugas en procedimientos equivalentes como la vertebroplastia.

La metástasis ósea es una de las principales causas de pérdida de calidad de vida en los pacientes oncológicos. Los tumores de mama, próstata y pulmón son los que originan más casos, siendo la columna vertebral una de las localizaciones más frecuentes. De hecho, se estima que entre el 30 y el 60 por ciento de los tumores citados acaban originando una metástasis en la columna, lo que provoca la fractura de las vértebras.

La cifoplastia con balón es una técnica indicada para eliminar el dolor y ayudar a restablecer la calidad de vida de aquellos pacientes oncológicos con metástasis vertebral en los que no es posible realizar una intervención quirúrgica para extirpar el tumor. Mediante este procedimiento se consigue aliviar el dolor en el 90% de los pacientes intervenidos. De hecho, estudios recientes han demostrado que dos años después de la operación, el uso de analgésicos desciende desde un 81 por ciento hasta un 10 por ciento. Esta técnica no se puede emplear como tratamiento de la enfermedad de base, sólo como método efectivo en el control del dolor y, por tanto, debe asociarse a tratamiento específico con quimio y/o radioterapia.

Se trata de una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que se realiza de manera ambulatoria o con una estancia hospitalaria de un día y que logra restablecer total o parcialmente el tamaño de la vértebra fracturada.

La actualización de los últimos avances disponibles para el tratamiento de la patología tumoral vertebral, ha sido el epicentro de la I Jornada sobre Tratamiento del Dolor Vertebral en Procesos Neoplásicos, llevada a cabo en el Hospital de Madrid Norte Sanchinarro, organizada por el Dr. Fernández-Baíllo, y en la que se han dado cita numerosos expertos de reconocido prestigio, todos ellos integrantes del cuadro médico del Hospital de Madrid Norte Sanchinarro y del Centro Integral Oncológico Clara Campal, pertenecientes a los servicios de Oncología Clínica, Oncología Radioterápica, Hematología, Unidad del Dolor y Traumatología y Cirugía Ortopédica.

Ventajas de una técnica pionera

Las fracturas vertebrales por compresión (FVC) se producen cuando hay un colapso del cuerpo vertebral y en el caso de las metástasis pueden verse afectadas más de una vértebra. La metástasis ósea es una de las principales causas que provocan este deterioro, pero no es la única. El mieloma múltiple y la osteoporosis, principalmente, son las otras dos posibles causas de fractura vertebral. Este tema también será objeto de discusión en esta jornada docente.

La cifoplastia con balón es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva bilateral en la que por medio de una incisión de unos milímetros se introduce un balón que se infla dentro del cuerpo vertebral creando una cavidad. Posteriormente al desinflarlo y retirarlo la cavidad creada por el balón se rellena de un cemento acrílico de alta densidad estabilizando la fractura.

«La seguridad es la clave que diferencia a la cifoplastia con balón de técnicas anteriores», comenta el Dr. Nicomedes Fernández-Baillo, del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital de Madrid Norte Sanchinarro. «Si la vertebroplastia -técnica alternativa a la cifoplastica con balón- tiene una incidencia de fugas de cemento que puede llegar a alcanzar el 80 por ciento, en la cifoplastia con balón ésta se reduce al 8-15 por ciento», puntualiza el experto.

La intervención se puede realizar bajo diferentes tipos de anestesia como sedación, anestesia local o anestesia general cuya selección depende del problema de base del paciente, de su estado general y de la capacidad de mantenerse en la postura adecuada durante la realización del procedimiento y, en la mayoría de los casos, «los pacientes se encuentran satisfechos y reconocen una mejoría clínica y funcional a las pocas horas de haberles practicado la cirugía», añade el organizador de la Jornada.

«Más de un millón de intervenciones realizadas en todo el mundo entre pacientes tumorales y osteoporóticos avalan la eficacia de esta técnica quirúrgica que ya está implantada en el Hospital de Madrid Norte Sanchinarro», concluye el Dr. Fernández Baíllo.