La falta de sueño en niños puede provocar pérdidas en su capacidad intelectual

Un grupo de expertos reunidos con motivo de la Reunión Anual de la Asociación Ibérica de Patología del Sueño, celebrada en Zaragoza, ha llegado a la conclusión de que dormir pocas horas puede tener consecuencias importantes para la salud física y psíquica de las personas. Este encuentro ha prestado especial atención a los problemas que puede reportar a los más pequeños la falta de sueño.

Los problemas de sueño en los niños puede acarrear pérdidas en su capacidad intelectual, con graves problemas de estudio, memoria e incluso disminución del coeficiente intelectual. Así lo explica David Gozal, experto en trastornos de sueño, que añade que en los niños con carencia de sueño se incrementan las posibilidades de sufrir mayores y prematuros problemas cardiovasculares, así como trastornos en el comportamiento.

Gozal señala que los especialistas pueden confundir los síntomas y comenzar a tratar como hiperactivos a niños cuyo problema estriba en el trastorno de sueño. Por ello, este experto hace un llamamiento a «aumentar la sensibilidad de los médicos de familia y pediatras», ya que, «es inconcebible que un especialista de la salud no pregunte a sus pacientes sobre algo que ocupa entre ocho y 12 horas al día de su tiempo» y que es el sueño.

Según el doctor Eduard Estivill, experto del Instituto Dexeus de Barcelona, el 30 por ciento de los niños tiene problemas de sueño que «deberían solucionarse sin acudir a tratamientos farmacológicos», tan sólo modificando sus hábitos de sueño.

Concretamente, el doctor Estivill recomienda que los niños entre seis meses y cinco años duerman un mínimo de 11 horas seguidas y durante el resto del días hagan varias siestas. Más adelante, entre los cuatro y los cinco años se pueden suprimir las siestas, pero el número de horas de sueño debe ser el mismo. A partir de los seis años, estas horas se pueden reducir un poco, pero nunca por debajo de diez, y un preadolescente (13 o 14 años) debe dormir una media de nueves horas.

Estas horas de sueño recomendables «están muy lejos de cumplirse», asegura el doctor Estivill, que apuntó otro problema a la hora de animar al sueño a los más pequeños: la televisión. Para este experto, los programas o espacios familiares como Operación Triunfo o Gran Hermano , capaces de movilizar a públicos de todas las edades, privan a los niños del sueño al emitirse entre las ocho y media y las doce de la noche.

Adultos y trastornos del sueño

Según los expertos reunidos en este encuentro, los adultos deben dormir unas ocho horas, si bien, en España se tiende a dormir una media de 45 minutos menos que en el resto de Europa.

La conciencia laboral actual lleva a concebir el sueño como una pérdida de tiempo. Acacia Aguirre, especialista de una consultoría de trastornos del sueño en Massachussets, lamenta este modo de pensar, pues dormir las horas de sueño recomendadas «es un modo de conseguir calidad de vida».

Cuando hay privación de sueño la gente se vuelve más irritable, reprimida y tiene más problemas de salud, relaciones sociales y productividad laboral, puntualiza Aguirre. Además, la falta de sueño acarrea un amplio abanico de problemas que van desde trastornos gastro-intestinales, cardíacos y de alimentación, a la dependencia a fármacos, trastornos psiquiátricos, problemas familiares, mayor índice de abortos en las mujeres y menor fecundidad.

De los 13 millones de españoles que padecen ocasionalmente insomnio, el 60 por ciento son mujeres y el 40 por ciento hombres. Su media de edad se encuentra entre los 30 y los 35 años, aunque las alteraciones del sueño en general aumentan conforme aumenta la edad de la persona.

Según los expertos, cada vez existe una mayor sensibilización respecto a los trastornos del sueño, aunque todavía es bajo el nivel de gente que acude a las consultas y prevalece la automedicación.