La importancia del buen estado de los alimentos

La incorrecta manipulación de alimentos por parte de particulares en sus propios hogares es origen de enfermedades toxi-alimentarias, al no aplicarse correctamente las prácticas higiénicas debidas en la manipulación de alimentos tanto frescos como cocinados.

La Junta de Castilla y León, por medio de la Agencia para la Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de la Consejería de Sanidad, recomienda respetar las adecuadas condiciones higiénico-sanitarias a la hora de preparar y conservar los alimentos, también en las viviendas particulares.

La Agencia para la Protección de la Salud y la Seguridad Alimentaria, con el objetivo de garantizar la salud de los consumidores, desarrolla actividades de inspección en los establecimientos e industrias alimentarias de la región. Sin embargo, la incorrecta manipulación de alimentos por parte de los consumidores en sus propios hogares podría ser origen de enfermedades toxi-alimentarias, al no aplicarse correctamente las prácticas higiénicas debidas en la manipulación de alimentos tanto frescos como cocinados.

Entre estas enfermedades toxialimentarias se encuentra la producida por Bacillus cereus, una bacteria que se encuentra en la naturaleza y en gran variedad de alimentos, pero que, a no ser que encuentre las condiciones propicias para su multiplicación, su presencia no implica riesgos para la salud humana.

Precisamente, la multiplicación de este germen se puede dar especialmente cuando los alimentos de consumo son preparados con antelación y son consumidos horas más tarde, sin que se hayan seguido las normas adecuadas de refrigeración.

Los alimentos en los que la presencia de Bacilus cereus puede provocar intoxicaciones, si no se respectan la adecuadas medidas higiénicosanitarias de manipulación y conservación, incluyen el arroz frito y hervido, las pastas alimenticias cocidas, carnes y vegetales tanto crudos como cocinados, cocidos, sopas, ensaladas, budines, natillas, brotes vegetales, leche cruda o en polvo, productos lácteos harinas y derivados de ésta como el pan rallado.

La realización de prácticas incorrectas en la manipulación y conservación de los alimentos puede provocar que este germen, presente de forma natural en la gama de alimentos anteriormente mencionada, se multiplique, pudiendo afectar al ser humano si no se siguen los tratamientos culinarios previos a su consumo que permitan su eliminación.