La importancia del calcio

08Oct. 07

Se calcula que 2,5 millones de españolas padecen osteoporosis. Y una de cada 5 mayores de 50 años tiene al menos una fractura vertebral durante su vida. ¿La culpa? En una gran parte se debe a la falta de adhesión a los tratamientos: la toma de calcio y vitamina D que necesita nuestro organismo.

El hecho de que el tratamiento para la osteoporosis sea de larga duración para ser eficaz y de que la patología no produzca síntomas hasta que se produce una fractura ósea, es la principal causa de la falta del cumplimiento de la terapia por la mitad de las pacientes.

Es una de las advertencias de los especialistas reunidos recientemente en las III Jornadas Nacionales sobre Osteoporosis y Climaterio que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), Sección Oficial de Menopausia de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), han celebrado recientemente en Madrid.

«Si la mujer no tiene un conocimiento real de la enfermedad y de las ventajas que implica realizar el tratamiento, lo puede abandonar. Así, una educación sanitaria efectiva y consejos estratégicos incrementarían la continuidad en el tratamiento», afirma el doctor Gómez, médico adjunto del Servicio de Metabolismo Óseo y Mineral del Hospital Universitario Central de Asturias en Oviedo y coordinador de las recientes III Jornadas.

En la actualidad, el estudio de la enfermedad ha puesto de relieve cómo afecta el desarrollo de otras enfermedades reumáticas, digestivas, crónicas, como la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), y la anorexia a incrementar el riesgo de padecer osteoporosis. «Junto a la edad o la llegada de la menopausia, el padecer alguna de estas patologías constituye otro factor de riesgo para el desarrollo de osteoporosis. Se trata de enfermedades que por sí mismas o por la medicación que requieren condicionan la fragilidad del hueso e incrementan el riesgo de fractura», explica el doctor Carlos Gómez.

Mujer: tú puedes prevenir la osteoporosis

La mejor forma de prevenir la osteoporosis es conocerla, por lo que todas las mujeres, ya desde jóvenes, deben saber cuáles son sus factores de riesgo. Aunque la osteoporosis está asociada al desgaste de los huesos propio de la edad en personas de más de 50 años y que en las mujeres se acentúa la pérdida de masa ósea con la menopausia, otros factores como el tabaquismo o el alcohol también perjudican el estado de los huesos.

Sin embargo, hay otros factores de riesgo sobre los que no se puede intervenir, como ser mujer o el tipo de raza. «En este sentido», comenta el doctor Gómez, «la mujer de raza blanca, con bajo peso, fumadora y con antecedentes familiares de osteoporosis es la que mayor riesgo tiene de padecer osteoporosis, pero se puede tener la enfermedad sin presentar estos factores de riesgo y viceversa, es decir, tener estos factores y no padecerla. Por eso, los factores de riesgo nos permiten realizar una búsqueda selectiva de pacientes con mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad y, por tanto, prevenirla».

No obstante, siempre es necesario mantener algunas medidas preventivas, como adoptar una dieta rica en calcio y vitamina D, realizar ejercicio físico moderado y regular, no fumar, etc., durante toda la vida. Por este motivo, afirma el doctor Gómez, «hay que concienciar a la mujer sobre la relevancia de adoptar unos hábitos de vida saludable y de que además de evitar los factores de riesgo es importante consultar con su médico o ginecólogo».

Una vez diagnosticada dicha enfermedad y establecido su tratamiento es fundamental el cumplimiento del mismo, el cual ayuda a reducir significativamente el riesgo de fractura y de dependencia funcional de la paciente. «Aún así», comenta el doctor Gómez, «todavía hay muchas mujeres que descuidan esta enfermedad y siguen sin diagnosticarse o abandonan el tratamiento una vez iniciado».

El futuro manejo de la osteoporosis

Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos. En la actualidad, se dispone de un amplio abanico de terapias que han demostrado que son eficaces, tanto en reducir el riesgo de que se produzca la primera fractura como en evitar que se produzcan más.

Por otra parte, añade el presidente de la AEEM, «está la Hormona Paratiroidea (PTH), administrada en forma de inyección subcutánea, que se ha convertido en el primer agente formador de hueso (acción anabólica) para el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica, así como medicamentos con un mecanismo de acción dual, como el ranelato de estroncio, en el sentido de que por un lado estimulan la formación del hueso, y por otro disminuyen la resorción del mismo».

Con ellos se ha conseguido, además, una simplificación en la dosis de los tratamientos, que han pasado de ser semanales a mensuales y, recientemente, a anuales. «Pero la investigación no se detiene y las nuevas investigaciones, orientadas hacia las terapias biológicas, abrirán un abanico de posibilidades que, mediante la combinación o asociación de tratamientos, nos permitirán maximizar los beneficios de la terapia y mejorar la calidad de vida del paciente», afirma el profesor Ferrer.