27Mar. 09
Este efecto se atribuye a la molécula de resveratrol, presente en la piel de la uva negra o las nueces, y en productos derivados de la uva como el vino tinto. El resveratrol es una molécula activadora de las sirtuinas. En los humanos se han descrito 7 sirtuinas con una alta homología entre ellas. La primera, SIRT1, es el miembro más estudiado y ha demostrado potencial terapéutico frente a varias enfermedades relacionadas con la edad, entre ellos la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, neurodegeneración, inflamación y cáncer.
La ingesta moderada de vino tinto reduce la aparición de deterioro cognitivo en ancianos, y por lo tanto parece retrasar las alteraciones cognitivas asociadas a la edad, según la revisión médica aparecida recientemente en la publicación Expert Review of Neurotherapeutics y realizada entre personas mayores.
«Este hecho sería propiciado por la molécula del resveratrol, presente en la piel de la uva negra o las nueces, y en productos derivados de la uva como el vino tinto. Además, hay diversos trabajos en animales de experimentación que han demostrado que el resveratrol tiene efectos beneficiosos en múltiples enfermedades, incluyendo la diabetes tipo 2 y las complicaciones, los trastornos mitocondriales, las enfermedades cardiovasculares, la inflamación, las enfermedades neurodegenerativas, y el cáncer», según ha explicado la Dra. Mercé Pallás en la sesión «Las sirtuinas: proteínas para entender la longevidad», que ha organizado la Societat Catalana de Farmacologia de l»Acadèmia de Ciències Mèdiques i de la Salut de Catalunya i Balears.
De la misma manera, la reducción normal de la ingesta calórica en alrededor de un tercio, la llamada restricción calórica, puede aumentar la vida de las personas: «la restricción calórica», ha aclarado la Dra. Pallás, «se traduce en individuos más sanos, enérgicos y de aspecto más joven. También induce mejoras en una serie de factores asociados con la diabetes tipo 2, como la reducción de los niveles de glucosa y mejora la sensibilidad a la insulina. Por el contrario, individuos alimentados con dietas occidentales, ricas en grasas e hipercalóricas envejecen más rápidamente».
Las sirtuinas
Se ha determinado que la restricción calórica, mediante moléculas como el resveratrol, activa las sirtuinas, una familia de enzimas que se encarga de modificar algunos aminoácidos de determinadas proteínas, alterando así su funcionalidad. Las sirtuinas ejercen diferentes funciones protectoras a nivel de mecanismos relacionados con la muerte neuronal.
En los humanos se han descrito 7 sirtuinas con una alta homología entre ellas. La primera, SIRT1, es el miembro más estudiado y ha demostrado potencial terapéutico frente a varias enfermedades relacionadas con la edad, entre ellos la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, neurodegeneración, inflamación y cáncer. La SIRT2 puede ser un posible objetivo para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y algunos cánceres. SIRT3 y SIRT4 sirven como objetivos para enfermedades metabólicas y trastornos mitocondriales. SIRT6 también es un objetivo potencial del cáncer.
«Por tanto», ha dicho la Dra. Pallás, «el desarrollo de fármacos dirigidos a la familia de las sirtuinas tienen el potencial suficiente, a priori, para hacer frente a una amplia gama de enfermedades asociadas al envejecimiento. El objetivo actual de numerosos grupos de investigación y empresas farmacéuticas es simular los efectos beneficiosos de la restricción calórica mediante el desarrollo de moléculas activadores de SIRT1».
Envejecimiento
«El envejecimiento de la población junto con los fenómenos migratorios son los hechos sociológicos más importantes en este inicio del siglo XXI. Además de provocar modificaciones en los hábitos de cada individuo, el fenómeno del envejecimiento tiene una especial repercusión en los sistemas de protección social y de la salud», ha recordado la Dra. Pallás.
Frente a esta situación se vuelve primordial desarrollar el conocimiento de la posible predisposición genética, y establecer métodos de diagnóstico precoz y tratamientos eficaces para las enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
«Para conseguir estos objetivos es esencial, en primer lugar, investigar los cambios que se producen en el envejecimiento fisiológico, y por otra parte, los que se desarrollan en las enfermedades degenerativas asociadas a la edad, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, autoinmunes y los procesos neurodegenerativos», ha concluido la Dra. Pallás.
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