El número de afectados por la ludopatía está alcanzando cifras alarmantes en España. Unos 500.000 personas son adictas al juego en nuestro país, registrándose muchos de los casos entre la gente joven, propiciada por la mayor oferta social de juegos de azar y la facilidad de acceder a éstos. En el hospital Ramón y Cajal está realizando un estudio que relaciona determinados genes con la predisposición a la ludopatía.
Cerca de medio millón de personas son ludópatas en nuestro país, y los especialistas consideran que un cinco por ciento de la población nacional, sin llegar a ser ludópatas, se consideran jugadores problemáticos y podrían llegar a sufrir el trastorno más adelante. En el hospital Ramón y Cajal de Madrid se está realizando un estudio sobre la posible relación entre esta adicción y los antecedentes genéticos.
La gente que acude a las unidades de tratamiento de la ludopatía es cada vez más joven. Este hecho, según los expertos, puede deberse a la facilidad de acceso a los juegos y el hecho de tener padres que sean adictos, entre otras causas. Ángela Ibañez, miembro de la unidad de ludopatía del Hospital Ramón y Cajal, afirma que es muy difícil saber que un adolescente es ludópata, un trastorno que ni los jóvenes ni los mayores suelen aceptar por iniciativa propia. «Es difícil saber que un adolescente está jugando a las tragaperras, aunque en este caso, por las limitaciones legales referentes a la edad, se descartan el bingo y los casinos», señala la experta. «Sin embargo, es recomendable recurrir al especialista si existe algún indicio, cómo tener noticias por parte de algún conocido de que un hijo adolescente juega a las tragaperras, sobretodo si lo hace en soledad, sin sus amigos», acaba Ibañez.
Otros de los indicios de que un adolescente puede estar empezando a convertirse en un ludópata podría ser que empieza a gastar más dinero de lo normal o comienzan a echarse en falta pequeñas cantidades de dinero en el hogar. Un paso posterior, según el doctor Jerónimo Sáiz, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal, serían «las ausencias en el colegio, la falta de interés en el grupo de amigos y la familia y cambios de carácter que conducen a la irritabilidad».
Prevenir y tratar la enfermedad
En el hospital Ramón y Cajal, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, se están llevando a cabo unos estudios basados en genética molecular que pretenden aislar genes que parecen más frecuentes en personas ludópatas o en aquellas que no logran determinar ciertos impulsos. Los especialistas recomiendan que la prevención es fundamental para limitar el número de personas afectadas al juego, sobretodo en un momento en que abren nuevas vías para jugar y obtener un posible beneficio de forma instantánea, sobretodo para el enfermo.
«Internet abre la posibilidad de entrar en un casino virtual y jugar con la tarjeta de crédito, a pesar de que esta prohibido en España» explica el doctor Sáiz, cómo ejemplo del riesgo potencial para aumentar la incidencia de la ludopatía.
Para combatir este mal, los expertos abogan por el tratamiento personalizado, que se componga de la terapia en grupo para pacientes y para familiares, y la administración de fármacos.
Respecto a ésta última vía, en el Hospital Ramón y Cajal también se está llevando a cabo un estudio clínico que pretende aclarar si los fármacos que se utilizan para el tratamiento de la depresión y otros trastornos podrían ser efectivos para tratar la ludopatía.
Pero sin duda, el factor clave para la curación de la ludopatía es, según los expertos, la voluntad del paciente en dejar esta adicción, que cada vez crece más entre los jóvenes.
© 2024 Medicina Television S.A Spain