04Jun. 02
Según los expertos sólo una docena de centros hospitalarios disponen de todos los servicios necesarios para atender el ictus. Sin embargo la creación de unidades específicas para tratar el ictus evitaría el riesgo de muerte y reduciría la gravedad de las secuelas de los afectados por esta patología.
«Únicamente el 16 por ciento de los centros hospitalarios españoles dispone de un neurólogo de guardia y el 75 por ciento de los hospitales no cuentan con los recursos diagnósticos básicos». Son datos expuestos durante el II Encuentro Internacional sobre Ictus Isquémico por el doctor Exuperio Díez- Tejedor, del Servicio de Neurología del Hospital de la Paz de Madrid y coordinador del acto.
Durante el encuentro celebrado en Madrid, se insistió en la importancia de considerar el ictus como una urgencia médica. Esto requiere informar a la población de los síntomas de alarma y dotar los centros de los recursos necesarios para combatir la enfermedad en su fase aguda. El doctor Díez- Tejedor cree que la Administración debe favorecer la creación de estas unidades, que no requieren unos grandes costes. Con los medios adecuados se podría reducir un 30 por ciento la mortalidad y reducir los costes por paciente y la duración de la estancia hospitalaria.
Según los expertos, en España se diagnostican cada año 125.000 casos nuevos de ictus, pero esta enfermedad sigue siendo desconocida para la gran mayoría de la sociedad. Según datos expuestos en el encuentro, sólo el cuatro por ciento de españoles conocía el término «ictus» y muy pocos conocían la naturaleza de la enfermedad y las medidas de prevención.
Para disminuir las posibles secuelas del ictus es clave recibir tratamiento urgente, entre las tres y seis horas siguientes al infarto. El doctor Gregory John del Zoppo, del departamento de Medicina Experimental y Molecular del Instituto Scripps de Investigación de California, explicó que actualmente hay un fármaco eficaz para reducir en un 40 por ciento el riesgo de sufrir un segundo ictus.
Para evitar un posible infarto cerebrovascular los asistentes al encuentro recomiendan controlar los factores de riesgo, que son principalmente hipertensión arterial, hipercolesterolemia, arritmias, diabetes, tabaquismo, abuso del alcohol y una vida sedentaria con una dieta inadecuada. También se debe informar a los pacientes sobre los síntomas de un posible infarto, como pérdida de fuerza en una parte del cuerpo, trastornos de la sensibilidad, pérdida súbita de visión, alteración del habla, un repentino dolor de cabeza o sensación de inestabilidad y vértigo.
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