19Jun. 02
El 88,8 por ciento de los españoles diabéticos tipo 2 no tiene controlada su hiperglucemia posprandial, importante factor de riesgo cardiovascular en estos pacientes. Un estudio realizado por la Sociedad Española de Arteriosclerosis demuestra que tampoco tienen bien controlada la glucemia basal ni la hemoglobina glicosilada.
En España existen dos millones de personas diabéticas, de las cuales el 90-95 por ciento padecen la llamada diabetes de tipo 2. Según el Estudio Tran-STAR, presentado durante el Congreso de la Sociedad Española de Arteriosclerosis, el 88,8 por ciento de los españoles que padece este tipo de diabetes no tiene controlada su hiperglucemia posprandial, lo cual les expone a un importante riesgo cardiovascular. En este sentido, la enfermedad cardiovascular supone cerca del 70 por ciento de todas las causas de mortalidad en los pacientes diabéticos tipo 2.
«Las principales conclusiones que se recogen de los resultados del Estudio Tran-STAR son que los diabéticos tipo 2 tienen un riesgo cardiovascular más alto en comparación con personas no diabéticas y que ese riesgo cardiovascular tiene una relación muy estrecha con la hiperglucemia posprandial o nivel elevado de la glucosa en sangre después de las comidas», afirma el doctor Josep Mendola, coordinador del Estudio Tran-STAR.
En la actualidad, los expertos evalúan tres factores para saber si un paciente tiene bien controlada su diabetes: la glucemia basal o nivel de glucosa en sangre en ayunas, la glucemia posprandial o nivel de la glucosa en sangre después de las comidas y la hemoglobina glicosilada, que da una idea de cómo ha sido el control de la glucemia durante los últimos dos o tres meses. Según el doctor Mendola, «la radiografía de la diabetes tipo 2 en España que hemos conseguido con el Estudio Tran-STAR nos ha puesto de manifiesto que la gran mayoría de los diabéticos tipo 2 diagnosticados en nuestro país están mal controlados. Así, del total de pacientes diabéticos que han participado en el estudio, un 52,2 por ciento tenía mal controlada la hemoglobina glicosada, un 81,2 por ciento tenía mal controlada su glucemia basal y el 88,8 por ciento presentó un mal control de su glucemia posprandial».
Aunque otros estudios han demostrado recientemente la correlación entre la excesiva concentración de glucosa en la sangre a las dos horas de una sobrecarga oral de la misma con el riesgo de morbimortalidad por enfermedad cardiovascular, ésta ha sido la primera vez que se ha analizado y comprobado en España la prevalencia de la hiperglucemia posprandial a escala nacional y su relación con el riesgo cardiovascular.
En este sentido, «la importancia de la detección precoz de la hiperglucemia posprandial es obvia, ya que permite conocer de forma temprana un trastorno del metabolismo de la glucosa e iniciar una serie de medidas dietéticas y farmacológicas, si es necesario, para su corrección, disminuyéndose la probabilidad de que aparezcan posibles complicaciones crónicas causadas por hiperglucemia mantenida», afirma el doctor Mendola. No obstante, en torno al 20 por ciento de pacientes ya tiene complicaciones en el momento del diagnóstico, lo que quiere decir que ha estado muchos años con la enfermedad sin haber sido tratado.
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