La nefropatía diabética, una de las complicaciones más temibles de la diabetes mellitus

El porcentaje de diabéticos está creciendo en todo el mundo, por lo que cada vez se hacen más necesarias las campañas de educación y concienciación a la población. Controlar farmacológicamente el exceso de colesterol, la hipertensión arterial y el azúcar se perfilan como factores claves para que el enfermo de nefropatía diabética mejore su calidad de vida.

Si la diabetes mellitus, una enfermedad que afecta casi al siete por ciento de los españoles, es ya de por sí una dolencia con mal pronóstico, una de sus complicaciones, la nefropatía diabética es «de las más temibles» que puede presentarse. Así lo ha señalado el doctor Alberto Martínez Castelao, Nefrólogo del Hospital de Bellvitge durante el Curso Precongreso sobre Nefropatía diabética, que se ha celebrado recientemente en Tenerife, previo a la realización del XXXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).

Este experto, que preside el Grupo Español de Estudio de la Nefropatía Diabética (GEENDIAB), ha participado en uno de los tres Cursos Precongreso que han tenido lugar previo a la celebración del Congreso Nacional de la SEN, que este año se celebra conjuntamente con el de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN).

La Diabetes Mellitus (DM) es una enfermedad con afectación sistémica y que afecta a órganos vasculares como el corazón, el cerebro, la retina y las arterias periféricas. Sin embargo, uno de los órganos más afectados o «diana» de las lesiones de la DM es precisamente el riñón, al ser un órgano muy vascularizado. La pérdida por la orina de la albumina, fenómeno que se conoce como microalbuminuria, es la primera señal de alarma de que el riñón comienza a verse afectado por la enfermedad diabética, aunque son varias las formas en las que la enfermedad puede influir sobre este órgano vital.

Así, una de las complicaciones «más temibles» es la denominada nefropatía diabética, que consiste en la afectación de las estructuras microscópicas del riñón, o nefronas y, dentro de ellas, de los glomérulos, que comienzan a crecer o proliferar, envejeciendo posteriormente hasta provocar una glomeruloesclerosis diabética, explica el doctor Martínez Castelao.

Sin embargo, este experto advierte que, antes de llegar a esa fase, «se han tenido que producir lesiones menos acentuadas, que pueden evitarse o frenarse con un tratamiento adecuado pero siempre precoz», puntualiza.

Otras patologías del diabético

Desgraciadamente, la nefropatía diabética no es la única complicación grave asociada a la diabetes. Como subraya el doctor Martínez Castelao, los pacientes con esta patología son también «más propensos a las infecciones urinarias, presentan hipertensión arterial casi en el cien por cien de los casos cuando el riñón se lesiona y presentan un mayor grado de ateroesclerosis, lo que contribuye a lesionar más el riñón, además de otros órganos como el corazón, la retina y las arterias periféricas».

Todas estas circunstancias hacen de la diabetes, una enfermedad que preocupa mucho a los especialistas, que insisten en que, una vez diagnosticada la dolencia, el paciente tiene mucho que decir en el control de su evolución.

Así, hacer muy estrictamente la dieta para la diabetes, comer con poca sal y sin grasas, no fumar, «algo importantísimo», según el presidente del Grupo Español de Estudio de la Nefropatía Diabética, así como hacer ejercicio moderado (caminar al menos una hora al día), vigilar la presión arterial y ponerse en contacto con el médico si ésta supera los valores 130/80, son las claves para poder tener una buena calidad de vida a pesar de sufrir diabetes.