La OMS documenta cómo la legislación de los diferentes gobiernos ayuda a salvar vidas

La Organización Mundial de la Salud destaca el papel de iniciativas internacionales como las adoptadas en la Convención de Kyoto sobre Cambio Climático o la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, que aunque no prevén medidas sancionadoras, sirven como presión a los gobiernos y favorecen la salud global.

Los organismos gubernamentales encargados de legislar en cada país y en las instituciones internacionales podrían hacer mucho más para mejorar la salud de sus ciudadanos y la de todo el planeta, según una serie de artículos publicados este mes en el Bulletin of the World Health Organization. Sus autores muestran en ellos cómo las leyes juegan y podrían jugar un papel mucho más importante en la lucha contra enfermedades como el cáncer de pulmón, las enfermedades infecciosas y contra los daños medioambientales que ponen en peligro la salud.

En el caso de la lucha contra el tabaco, «hay que dar una respuesta global a una amenaza que es global», afirma el doctor Luiz Felipe, participante en la Convención Marco sobre el control del Tabaco. Las muertes relacionadas con el tabaco se estiman en casi 5 millones al año, una cifra que no ha dejado de crecer por lo que los participantes en la convención resaltaron la necesidad de poner en marcha un paquete de estrategias legales contra las maniobras de marketing de la industria tabacalera.

En cuanto a iniciativas que ya dieron buenos frutos, la Organización Mundial de la Salud destaca la Convención de Estocolmo sobre Polución Orgánica Persistente el año pasado y el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático. Ambas reuniones internacionales consiguieron poner en marcha medidas en varios países que se tradujeron, según los estudios presentados, en vidas salvadas. Pero afirman que todavía queda mucho por hacer.

La salud por encima del comercio

La Declaración Internacional de Derechos Humanos contribuye también directamente a proteger la salud. Aunque desde la OMS se lamenta que no haya mecanismos para sancionar a los gobiernos que rompan sus directrices, destacan que repercute en una mejora de la salud mundial aunque sólo sea como elemento de presión. Y recuerdan la retirada de la demanda de 39 compañías farmacéuticas contra el gobierno sudafricano por abaratar la fabricación de fármacos esenciales como los del tratamiento del VIH. «Los derechos humanos y la protección de la salud deben prevalecer sobre los mecanismos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) cuando sea necesario», se afirma desde la OMS.

Ahora, desde la OMS se trabaja en el nuevo texto de las Leyes Sanitarias Internacionales. Estas leyes tienen origen en una serie de conferencias sanitarias que se realizaron en el siglo XIX para adoptar una serie de medidas globales contra el cólera y otras enfermedades que, los nuevos medios de transporte como el ferrocarril, ayudaron a extender por el mundo a través del comercio y el turismo. Estas Leyes Sanitarias Internacionales fueron redefinidas por la OMS en 1951 y fueron revisadas en 1969 y renombradas como Leyes Internacionales para la Salud. El nuevo texto espera ser aprobado por la Asamblea Mundial de la OMS del próximo año 2004.

Más Información en el Boletín de la OMS: http://www.who.int/bulletin