La pareja estable, ¿en peligro de extinción?

05Feb. 07

¿Crisis de pareja o oportunidad para reavivar el deseo? El psicólogo clínico y sexólogo Antonio Bolinches te propone un método para avanzar en tus relaciones conyugales o poner punto y final sin traumas ni rencores en su libro Amor al segundo intento (editorial Grijalbo). ¿Conoces el método Bolinches?

. ¿Qué papel ocupa el sexo en la estabilidad de la pareja?

El buen acoplamiento sexual es una condición previa imprescindible para que funcione una pareja pero no es suficiente. De hecho, estoy convencido de que sin sexo la pareja no funciona, pero también tengo claro que sólo con sexo tampoco. En ese sentido, en mi libro hablo de otras tres patas de la estabilidad que son: tener caracteres compatibles, escala de valores similar y el proyecto de vida convergente. Cuando se da estas cuatro condiciones la pareja funciona.

¿La estabilidad es enemiga de la sexualidad?

La pareja estable es válida para convivir en amor, pero no es un buen vínculo para mantener la euforia sexual. El deseo se alimenta de la ausencia, no de la presencia, no lo olvidemos. Por ello si una pareja desea que la relación siga buen cauce debe revisar a la baja sus expectativas sexuales, que no quiere decir un sexo pobre. En mi anterior libro Sexo sabio destaco la importancia de crear condiciones para la emergencia del deseo, pero sin olvidarnos de «no hacer nada que no queramos», «propiciar el propio placer sin forzar o reprimir el ajeno» y «crear un código sexual afín a los dos».

Pero hay parejas que reúnen las «patas» de la estabilidad, incluida la buena compatibilidad sexual y sin embargo su relación comienza a hacer aguas… ¿por qué?

En mi libro hablo de la matemática de los sentimientos , donde explico que la propia convivencia va erosionando la pareja, porque sobre ella actúan dos principios negativos: el de habituación y el de saturación. Por una parte, los valores positivos de tu pareja se desvirtúan con el paso del tiempo y aquella simpatía que nos sedujo de él/ella con los años no nos parece tal. E, incluso pueden volverse negativos -aquel marido supertrabajador que ahora lo vemos como un «adicto al trabajo».

Y a lo malo de nuestra pareja no nos acostumbramos nunca. Por ello, si lo bueno no es tan bueno y lo malo es doblemente malo, se produce una crisis y es cuando surgen los enamoramientos alternativos y las infidelidades.

En su libro afirma que sin madurez personal es imposible mantener una relación de pareja, pero que tenerla tampoco garantiza el éxito…

Si eres más maduro puedes ser más intransigente pero gestionas mejor las diferencias y conflictos y en el caso de separación, lo haces de manera más constructiva. Aunque en mi libro afirmo que, por suerte, las parejas pueden madurar desde la inmadurez como consecuencia de un aprendizaje, de asimilar momentos malos y tirar adelante. De hecho, la mayor parte de los jóvenes son parejas inmaduras porque no han vivido suficientes experiencias duras.

En su último libro Amor al segundo intento afirma que la pareja como relación está en crisis, pero no como institución, ¿en qué se basa?

Lo que está en crisis es el modelo de pareja monogámica y heterosexual, frente a otras formas de pareja que están proliferando.

Sin embargo, todavía no hemos encontrado una mejor manera de estructurar la sociedad que mediante la pareja en sus distintas formas, es decir, como núcleo básico sigue siendo vigente. Por tanto, mi propuesta es que entre todos construyamos mejores parejas, empezando por gestionar mejor y hacer aportaciones positivas a la convivencia.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de las separaciones en el siglo XXI?

Hay tres grandes áreas de conflicto. Por una parte, existen los problemas amorosos, los de relación y un tercero, los familiares.

En el primer grupo incluimos los enamoramientos e infidelidades, son los más hirientes y que dañan más la autoestima de quien los sufre.

Los problemas de relación son fruto del desgaste de la convivencia. Lo más frecuente es la incomunicación, las mentiras y los celos, todos ellos problemas que surgen en la gestión de la vida cotidiana de la pareja.

Y cuando la pareja tiene hijos, conjugar las tres generaciones -abuelos, hijos y nietos- suele ser complicado y problemático.

Si empezamos una segunda relación amorosa, ¿cuál es el «método Bolinches» para no caer en los mismos errores de antaño?

Sufrimiento productivo, conductas de autoafirmación y el sentimiento de congruencia. Mi método parte de la base que, frente a los problemas, seamos más autocríticos e intentemos mejorar nosotros mismos a nivel interno y no intentar cambiar a los demás. Para ello debemos seguir conductas de autoafirmación y ser congruentes con la parte más madura de nosotros mismos, aquella que nos dice lo que está bien y mal. En definitiva, apelar más a menudo a la autocrítica y al sentido común, que es lo que más falta en esta sociedad actual, donde impera sólo la competencia.