20Nov. 01
La presión arterial normal-alta aumenta notablemente el riesgo de ataque cardíaco e infarto cerebral, según un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y publicado en la revista New England Journal of Medicine (NEJM).
Según este estudio, comparado con la presión arterial óptima o normal, el riesgo de problemas cardiovasculares aumenta entre 1,5 y 2,5 veces en aquellos pacientes con una presión normal-alta. El estudio ha seguido a casi 7.000 pacientes y los investigadores han determinado que las personas con presión normal-alta tienen más posibilidades de sufrir problemas cardíacos o infarto cerebral.
«Cuanto más baja es la presión, mejor está el paciente», explica uno de los investigadores, el doctor Ramachandran S. Vasan, «nuestra investigación enfatiza en la necesidad de mantener unos niveles óptimos de presión». Los investigadores han calculado que las mujeres tenían el triple de posibilidades y los hombres el doble de tener algún problema cardiovascular, que aquellos pacientes con una presión normal.
Estudios anteriores han mostrado ya que la presión normal-alta aumentaba el riesgo de muerte por afecciones cardiovasculares, pero este estudio incluye también las complicaciones cardiovasculares que no revisten un carácter de mortalidad. Los resultados refuerzan las actuales orientaciones clínicas que recomiendan reducir la presión arterial normal-alta mediante los métodos disponibles.
La Organización Mundial de la Salud establece como normales los valores hasta 140/90 mm Hg, por encima de estas cifras ya se considera hipertensión. Especificando más, se considera que la presión óptima o normal es de 120/80 mm Hg, mientras que la normal-alta es la comprendida entre 130-139 mm Hg de presión sistólica y una presión diastólica de entre 85 y 89 mm Hg. Estos niveles se consideran aún dentro de la normalidad y no como hipertensión, que sería la fase inmediatamente superior. Los científicos sugieren que debería cambiar la definición de hipertensión, ya que quizá actualmente las cifras son muy elevadas.
Normalmente los que se ven afectados por una presión normal-alta son personas mayores, con sobrepeso, colesterol o diabetes. Para controlar su presión se les suele recomendar un poco de ejercicio y dieta, si bien los responsables de esta investigación afirman que se necesita profundizar más en el tema para determinar si un tratamiento más agresivo que incluyera medicamentos sería recomendable para estos pacientes.
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