La salud de los médicos: en casa del herrero, cuchillo de palo

Un grupo de investigadores del Irlanda del Norte han publicado un reciente estudio que demuestra que los médicos no siempre siguen al pie de la letra los consejos que imparten.

Un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Queens University of Belfast, en Irlanda del Norte, ha demostrado que los médicos no siempre hacen caso de las mismas recomendaciones que les dan a sus pacientes. Muchas veces aconsejan quedarse en casa y descansar, pero la mayoría de médicos no se aplican el cuento. El doctor William T. Thompson de la Universidad de Belfast y sus colaboradores entrevistaron a un total de 27 médicos respecto a cómo reaccionaban a sus propias enfermedades o cuando sospechaban que tenían alguna dolencia, por pequeña que fuera. En general, los participantes estaban al corriente de los niveles de enfermedad en los profesionales y todos expresaron la necesidad de mostrar una fachada de persona sana, tanto de cara a los pacientes como a sus compañeros de profesión. Las respuestas también mostraron que muchos médicos se sienten incómodos en el papel de pacientes y que sobre todo, se sienten presionados a no ponerse enfermos. «Nadie quiere ir a ver a un médico que está enfermo» o «a no ser que no puedas levantarte de la cama, vas al trabajo de cualquier forma» o «si te sientes mal no puedes ir al médico de cabecera y encontrarte con un paciente tuyo esperando contigo en la sala de espera» son algunas de las respuestas que el estudio ha recogido por parte de los médicos entrevistados. Casi todos, comentarios en los que se definen claramente los roles «nosotros/médicos» y «ellos/pacientes» en los que los dos roles parecen incompatibles. «Creemos que somos superhombres y que nunca nos ponemos enfermos, y si lo hacemos, creemos que podemos ir tirando con ello», afirma un médico entrevistado.

Otra de las cuestiones que el doctor Thompson y sus ayudantes sacaron a la luz es la reticencia que tienen muchos médicos a hablar de sus enfermedades con sus colegas de profesión. Cuando se les preguntó acerca de este tema, un médico respondió «sencillamente, no hablas nunca de eso». Algunos entrevistados dieron a entender que los autocuidados no estaban a la orden del día entre los médicos. «Imagínate que debes cambiar los hábitos alimenticios porque tienes un carcinoma de colon…si eres médico, ¿hasta que punto declaras que has realizado un cambio de hábitos? ¿Sobrerreaccionas o no reaccionas? No sabemos cómo manejar los protocolos con los que trabajamos día a día con nuestros pacientes», declara uno de los médicos entrevistados.

Algunas respuestas reflejaron que debido a sus conocimientos profesionales, muchos médicos pasan del rechazo al pánico cuando empiezan a experimentar algún síntoma. «En un momento pasas de pensar que es solamente un dolor de cabeza a pensar que tienes un tumor cerebral», declara un entrevistado. Los investigadores han demostrado que estos profesionales experimentan el mismo tipo de estrés cuando se trata de sus familiares.

A modo de conclusión, el doctor Thompson y sus colaboradores opinan que el deber de autocuidarse que tienen los médicos debería estar al mismo nivel que el de sus pacientes.