La salud en Internet, más fiable

La prestigiosa revista inglesa British Medical Journal ha publicado un número con abundante información sobre la calidad de las webs de salud en la red y tres estudios evaluándolas. Algunas conclusiones: las webs con más audiencia no se corresponden a veces con las que tienen mejor información, pero por el contrario, la calidad de las webs de salud ha mejorado en los últimos cinco años.

B ritish Medical Journal ha acogido en uno de sus últimos números un interesante debate sobre la calidad de la información sobre salud en Internet, publicando tres estudios sobre este tema.

El primero de ellos es un estudio del Departamento de Cirugía Oncológica de la Universidad de Texas que ha evaluado las características de las páginas web sobre cáncer de mama más populares para averiguar si aquellas con más audiencia eran también las que proporcionaban una mejor información.

Este estudio, dirigido por el doctor Funda Meric, encontró que las webs con más audiencia (según el ranking del buscador Google) son las que contienen más información sobre ensayos clínicos en curso y resultados de ensayos, pero no coinciden con aquellas que aportan una mejor información sobre esta enfermedad.

Este equipo cree que el gran problema es la gran cantidad de información disponible, pues cualquier persona puede crear una web y publicar información sobre una enfermedad, a lo que se añade que el público no tiene los conocimientos necesarios para evaluar la información. El equipo de Texas destaca que mientras que los medios de comunicación impresos dejan claro quién es la fuente de la información y quién la ha elaborado, a menudo no es así con los medios On Line.

Cómo detectar si la información es fiable

El doctor Meric y su equipo recomiendan al usuario de la red que se haga una serie de preguntas sobre los contenidos que encuentra, para poder evaluar su calidad: ¿Quién escribe la información? ¿A quién está afiliado o a qué grupo pertenece? ¿Cuál es su experiencia en el tema? ¿Cuándo ha sido la última actualización de la información? ¿La web está relacionada con otras empresas? ¿Incluye una declaración sobre política de publicidad y esponsorización? Y por último, ¿de dónde procede la información?

El segundo estudio ha sido realizado por el Departamento de Medicina Respiratoria del Hospital St. Mary de Londres y la Universidad de Maastrich en los Países Bajos, entre otros, y ha obtenido como resultado que algunas páginas webs con contenidos aparentemente creíbles, pueden contener errores. Su conclusión llega tras el análisis de 121 páginas web en inglés que incluían información sobre cinco temas de salud comunes.

Según este trabajo, los elementos que otorgan mayor credibilidad a la información médica en Internet son, primero, reflejar la fuente de la información claramente y después, la actualidad al mostrar la fecha en la que el contenido fue creado y sus posteriores actualizaciones. Según sus resultados, las páginas que puntuaron más en credibilidad tenían también contenidos de más calidad, aunque esta relación no era definitiva.

Los pacientes, más informados

En opinión de Kunst, tampoco es positivo recomendar a los pacientes no leer información médica en Internet, pero sí advertirles que esta información, aunque pueda parecer veraz, puede ser incompleta o inexacta. En los últimos años, según este equipo, en los últimos años han podido comprobar que los pacientes llegan a la consulta con mucha más información sobre su enfermedad. Pero ello no gusta a todos los médicos, pues a algunos les incomoda que los pacientes hagan demasiadas preguntas.

El último estudio, dirigido por Maurizio Bonati del Instituto de Investigación Farmacológica Mario Negri en Milán, da un mensaje optimista y sostiene que la calidad de la información médica en la red ha mejorado en los últimos cinco años. Partiendo de un primer estudio también publicado en BMJ en 1997, este equipo volvió a reevaluar la calidad de las mismas páginas web, añadiendo una nueva muestra representativa.

Según sus conclusiones, la calidad de la información sobre salud en Internet ha mejorado, aunque sigue siendo fundamental que haya una constante y estricta monitorización de esta información por parte de la comunidad médica.