24Jul. 01
Este tratamiento combina luz, oxígeno y sustancias fotosensibilizantes para destruir selectivamente células alteradas
La terapia fotodinámica se basa en el uso de la luz para destruir células alteradas. Esta técnica utiliza de forma combinada luz, oxígeno y sustancias fotosensibilizantes. La exposición selectiva de las células tumorales a estas sustancias y su posterior exposición a una fuente de luz, consigue una destrucción selectiva de estas células alteradas, respetando las células normales. Y el efecto selectivo se produce debido a que la sustancia fotosensibilizante se distribuye bien por los tejidos, pero se elimina más lentamente por los tejidos alterados.
Esta técnica puede aplicarse en casos de queratosis actínicas extensas, además de carcinomas cutáneos superficiales y extensos. Aunque también puede utilizarse como paliativo en tumores con metástasis y en el tratamiento de psoriasis recalcitrante, condilomas o verrugas recidivantes.
Según el doctor Onofre Sanmartín, especialista en esta técnica del Instituto Oncológico de Valencia, la terapia fotodinámica «tiene múltiples ventajas, porque respeta el tejido sano, no necesita intervención quirúrgica y no tiene efectos secundarios a largo plazo». Este tratamiento tampoco precisa anestesia ni sedación, pues el paciente sólo nota un ligero escozor y calor en la piel. Y al utilizarse una radiación no ionizante, el tratamiento puede repetirse tantas veces como sea necesario.
Diagnóstico fotodinámico
La terapia también se puede utilizar como método de diagnóstico, como apunta la doctora Yolanda Gilaberte, especialista adjunta al Hospital General de San Jorge de Huesca, «ya que mediante la fluorescencia emitida por el fotosensibilizante se pueden detectar tejidos tumorales diferenciándolos de los sanos».
El grado de éxito de la terapia fotodinámica «en la curación de queratosis actínicas extensas es del 80 por ciento, y en los carcinomas cutáneos superficiales y extensos en un 50 por ciento», según el doctor Sanmartín.
Las sustancias fotosensibilizantes son fundamentales, deben carecer de toxicidad en la oscuridad y deben ser eliminables rápidamente por los tejidos sanos, para evitar una fotosensibilidad sistémica prolongada. Según la Dra. Gilaberte, uno de los más efectivos es el ALA de aplicación tópica, que parece ser más selectivo que el resto de fotosensibilizantes. Sin embargo, se ha mostrado limitado en el tratamiento de lesiones profundas.
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