La UE pide progresos en las políticas de control del tabaco y entornos sin humos

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de enfermedad y morbilidad, la principal causa de muerte prematura y una de las principales causas de reducción de la calidad de vida de los ciudadanos de la Unión Europea.

La Unión Europea (UE) ha exigido «progresos en las políticas de control del tabaco» y «entornos sin humo» para luchar contra las enfermedades coronarias. Los ministros de Sanidad de los 25 aprobaron unas conclusiones sobre «promoción de la salud cardiovascular», en las que invitan a los Estados miembros a que revisen sus estrategias de salud pública nacionales «con el objetivo a largo plazo de reducir la incidencia y la carga de las enfermedades cardiovasculares».

«Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de enfermedad y morbilidad, la principal causa de muerte prematura y una de las principales causas de reducción de la calidad de vida de los ciudadanos de la Unión Europea», subraya el texto aprobado por los ministros.

Los ministros de Sanidad advierten de que «se requiere acción específica y rápida, vistas las tendencias demográficas y el consiguiente aumento de la frecuencia de las enfermedades cardiovasculares». Y señalan, como principales factores de riesgo, el consumo del tabaco, el aumento de la tensión arterial y del nivel de colesterol de la sangre, la obesidad, la diabetes, el abuso del alcohol y el estrés psicosocial.

El texto de conclusiones, aprobado por el Consejo, expresa su preocupación por «el aumento en la Unión Europea de la obesidad y del sobrepeso a todas las edades y, en particular, entre niños y jóvenes». También subraya que las enfermedades coronarias afectan especialmente a «los grupos socioeconómicos más bajos».

En el catálogo de recomendaciones dirigidas a los Estados miembros se incluye el uso de «listas de riesgo» de pacientes y la aplicación de programas de prevención comunitarios basados en pruebas. También se les pide realizar un seguimiento de «la mortalidad cardiovascular, la morbilidad, los comportamientos sanos y los factores de riesgo».

Finalmente, se recomienda la participación de las organizaciones no gubernamentales, tanto a nivel nacional como local en la elaboración de los planes de salud cardiovascular nacionales.

Los ministros de Sanidad de la UE piden además a la Comisión Europea que elabore un estudio sobre «los costes económicos de las enfermedades cardiovasculares» y que trabaje para «el desarrollo de una política de alimentos y nutrición Europea». También quieren que Bruselas facilite el intercambio de buenas prácticas entre los Estados miembros y los datos sobre comportamientos sanos y factores de riesgo.