Las bacterias, más resistentes a los antibióticos que nunca

La automedicación y la adición de antibióticos en los piensos que alimentan a los animales de granja han aumentado los niveles de resistencia de las bacterias a los antimicrobianos hasta niveles insostenibles. Los doctores Ludvic Drobnic y Santiago Grau denunciaron esta situación durante la pasada jornada de Up Date de antibioticoterapia celebrada en Barcelona. El problema adquiere una mayor dimensión con la amenaza de atentados biológicos, pues bacterias como las que originan el carbunco-ántrax se combaten con antibióticos.

Estamos comiendo antibióticos indirectamente a través de la carne, advierten los doctores Drobnic y Grau, ambos especialistas del Hospital del Mar de Barcelona. Ya que muchos fabricantes de piensos para animales añaden antibióticos para proteger a los animales, sin pensar en las graves repercusiones sanitarias que ello provoca en humanos.

«Ya lo vimos en el pasado caso de las Vacas Locas», lamenta el doctor Santiago Grau, «es difícil acabar con una mala práctica cuando hay intereses económicos de por medio, pero las administraciones deberían encargarse de regularlo», pide Grau.

La razón es el preocupante nivel al que han llegado las resistencias a antibióticos. «La administración indiscriminada de antimicrobianos, tanto en humanos como en animales, está dando lugar a importantes modificaciones en los patrones de sensibilidad de microorganismos», denuncia el doctor Grau, farmacéutico clínico del hospital barcelonés. Unas resistencias «que pueden ser muy distintas en zonas geográficas próximas», añade este especialista.

A parte de la regulación, otra de las medidas para paliar el problema es el reciclaje constante de todos los médicos y farmacéuticos sobre sus conocimientos en antibióticos, ya que, en opinión de Grau «es esencial conocer cuándo es necesario recurrir a la instauración de un tratamiento antibiótico y cuál es el más apropiado, así como en qué casos puede o debe evitarse».

El mensaje a los profesionales médicos de hospitales es que se reciclen para poder saber cuáles son las moléculas más desgastadas y sus alternativas. Sus colegas de Atención Primaria, según el doctor Drobnic, «tendrían que abstenerse casi siempre de recetarlos», sobretodo en «infecciones víricas banales, que pueden curarse solas con reposo».

A sus compañeros farmacéuticos el doctor Grau pide «que no dispensen antibióticos sin receta», ni siquiera aunque el paciente llegue con síntomas agudos y claros de infección, para adelantar el inicio del tratamiento. Y a todos los pacientes les recomiendan tirar a la basura los antibióticos que le sobren después del tratamiento y que en ningún caso se automediquen, orientándose sólo porque los síntomas se parezcan a los que tenía cuando le recetaron antibióticos.

Por último, pide a los fabricantes y distribuidores de piensos animales, que tomen conciencia de que el macrouso de los antibióticos «tiene graves repercusiones sanitarias, pues disminuye la efectividad de nuestros tratamientos y nos obliga a tener que dar dosis más altas», lamenta el doctor Drobnic.

Medidas sencillas que pueden evitar las «muertes, hospitalizaciones, tratamientos más largos y caros e infecciones más recurrentes» que según el doctor Grau hoy provoca los altos niveles de resistencia que, por ejemplo, en el caso del neumococo, llega en España al 50 por ciento.

Antimicrobianos y guerra biológica

Los antibióticos han saltado a la actualidad al ser el tratamiento indicado contra el carbunco-ántrax utilizado en los recientes atentados con armas biológicas, por lo que el problema de las resistencias también ha adquirido una mayor importancia.

«Hoy, para afrontar el problema de las resistencias, se está investigando para conseguir nuevos antibióticos». Pero, ¿puede llegar el momento en que tengamos una bacteria que pueda ser resistente a todos? Como explica Drobnic, «ahora podemos tratar el carbunco o ántrax con muchos antibióticos, pero en algún momento podría aparecer una bacteria resistente a todos, si es que no existe ya y está guardada».

Afortunadamente, según este especialista, «hoy la investigación va por delante de los peligros, pero ¿y si algún día eso cambia? Estaríamos ante un problema muy serio. Por ejemplo, el terrorismo con viruela podría ser fatal para mucha gente».

La importancia de los cursos de actualización

«Es una lástima que no haya una mayor enseñanza sobre el uso de antibióticos», explica el doctor Drobnic. Su compañero, Grau, alaba la situación en otros países donde «es obligatorio reacreditarse periódicamente para seguir ejerciendo la profesión mediante unos créditos de reciclaje». En opinión de este especialista «los antibióticos es un tema donde más debería haber una más constante actualización. Para estar al día de las resistencias, cuáles son las moléculas más desgastadas y sus alternativas».

Con este motivo, el doctor Drobnic dirigirá un curso intensivo sobre Antibioticoterapia en Barcelona en enero del 2002 «El curso», explica su director, «está fundamentalmente indicado para médicos de hospitales, que son quienes menos información tienen sobre antibióticos. Porque para ellos la patología infecciosa es frecuente y necesitan antibióticos». Su recomendación actual es administrarlos sólo en caso necesario, en dosis altas y en periodos de tratamiento cortos.

«Desde hace más de 30 años he sido director de múltiples cursos de antibioticoterapia», explica Drobnic, «sin embargo la disponibilidad de tiempo de la mayoría de médicos impide que puedan reciclarse asistiendo a este tipo de eventos», de ahí que surgiera la idea de iniciar «una jornada anual que actualice de forma ágil los aspectos más importantes de las enfermedades infecciosas, destinando los cursos de larga duración a médicos que estén interesados en profundizar en este área de la medicina».

Para solicitar más información sobre el Curso se debe dirigir a su Secretaría Técnica, a través del e-mail: mensamolinos@retemail.es o al teléfono 93.301.65.78.