Las demandas por errores médicos se multiplican por cuatro en una década

Un estudio basado en unas 2.000 sentencias judiciales de la Audiencia Nacional, único en nuestro país, concluye que los mayores riesgos de errores médicos se producen en problemas derivados del parto, la cirugía de vesícula biliar y en el retraso del diagnóstico del cáncer de mama.

Dentro del IV Seminario Internacional de Biomedicina y Derechos Humanos de UNESCO celebrado en Madrid, en la mesa Anatomía del error médico. Situación actual en España se presentó un estudio pionero coordinado por Santiago Delgado, director de la Unidad Docente de la Fundación Tejerina y director del Máster Internacional de Derecho Sanitario de la Universidad Europea de Madrid.

El estudio, en su primera fase, se ha basado en el análisis pormenorizado de 1.774 sentencias judiciales de la Audiencia Nacional sobre denuncias cursadas contra hospitales de la red pública. La segunda parte de este estudio se está realizando sobre expedientes contra la sanidad privada.

De los datos de este trabajo se extrae que el fenómeno anglosajón de la cultura de la reclamación ha llegado a España con fuerza y que hay errores que se vuelven a cometer con demasiada frecuencia.

El objetivo último de este informe no es la denuncia, sino corregir la información necesaria para prevenir que se continúen cometiendo.

Los riesgos más graves de errores médicos se producen en las intervenciones de cáncer de colon descendente, en operaciones del conducto cístico de la vesícula biliar y en la especialidad de Obstetricia (en problemas derivados del parto, malformaciones del feto y retraso en el diagnóstico del cáncer de mama).

Perfil de riesgo

Los perfiles de máximo riesgo de error los encontramos en varones de unos 45 años de edad que acuden a urgencias con dolor en el tórax, y en mujeres alrededor de los 40 con algún problema en las mamas.

En el caso de los varones se ha detectado que, tras los protocolos adecuados, una estancia adicional de seis horas en el hospital sería útil para detectar dolencias cardiacas; y en las mujeres, una atención máxima en las mamografías a posibles micro calcificaciones, evitaría numerosos casos de cáncer de mama.

Se denuncia más

Otro de los datos constatados en el trabajo es de corte sociológico: el fenómeno anglosajón de la cultura de la reclamación ha llegado a España. En 10 años se ha multiplicado por cuatro el número de demandas contra médicos y entidades sanitarias.

¿Las sentencias están condicionando el trabajo y la toma de decisiones de los médicos? Una excesiva judicialización de la Sanidad provoca la implantación de la Medicina Defensiva, o que los médicos no tomen determinadas decisiones de riesgo por miedo a una reclamación posterior.

Las sentencias deben ser utilizadas como instrumento de prevención, que permitan detectar los fallos y evitar que se repitan, se incremente la calidad asistencial al paciente y el médico «esté tranquilo en su trabajo».

Según datos de la Memoria del Defensor del Paciente de Madrid (2006), la evolución de denuncias de errores por especialidades se redujo tan sólo en Traumatología, mientras crecieron en Ginecología y Obstetricia (del 11,7 por ciento al 12,3 por ciento), Urgencias Clínicas (del 7,7 al 8,03 por ciento), Cirugía General y Digestivo (del 6,1 al 6,3 por ciento), Medicina Familiar (del 6 por ciento al 7,9), Oncología (del 3,4 por ciento al 3,8) y, con el máximo incremento, Pediatría (del 4,1 al 11,59 por ciento).