28Sep. 09
La FEC, con el apoyo de la SEC y la colaboración de la World Heart Federation y el Hospital La Paz de Madrid, celebra el Día Mundial del Corazón bajo el lema "Trabajar con corazón"
Los adultos pasamos más de la mitad de nuestras horas de actividad en el trabajo. Por ello, un entorno laboral que fomente unos hábitos sanos puede reducir el riesgo de padecer muchas enfermedades, entre ellas las cardíacas y accidentes cerebrovasculares, que constituyen la primera causa de muerte en el mundo, con 17,2 millones de víctimas cada año.
«En los últimos años, gracias a las campañas llevadas a cabo desde la FEC y al esfuerzo de los especialistas, hemos avanzado mucho en el terreno de la prevención de las enfermedades y accidentes cardiovasculares, pero no podemos bajar la guardia, y creemos que el lugar de trabajo es una pieza clave para tomar medidas e iniciar hábitos cardiosaludables», apunta el Dr. Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC).
Por este motivo, el Día Mundial del Corazón 2009, instaurado para informar a las personas de la importancia de cuidar su corazón, lleva como lema «Trabajar con corazón», aludiendo a los pequeños cambios que podemos introducir en nuestra actividad laboral cotidiana para mejorar nuestra salud cardiovascular.
«Desde la FEC nos hemos marcado el objetivo de difundir al máximo entre la población española la toma de medidas preventivas frente a las enfermedades cardiovasculares. En este sentido, la campaña del Día Mundial del Corazón se centrará en el control de los factores de riesgo en el propio entorno laboral (hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad, sedentarismo y tabaquismo), lo que resulta fundamental para conseguir una disminución progresiva de estas enfermedades», añade el Dr. Plaza.
Muchas empresas han reconocido ya la importancia de la salud de los empleados a la hora de alcanzar los objetivos centrales del negocio, y por ello se han comprometido a añadir la mejora de la salud en sus prioridades empresariales. «No obstante», incide el Dr. Plaza, «en las empresas pequeñas, donde quizás no exista esta política de Recursos Humanos de una forma tan arraigada, es el propio trabajador quien tiene que ser consciente de su salud y tomar medidas para mejorarla».
Según el doctor José Luis López-Sendón, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz, para conseguir un entorno profesional más saludable basta con seguir unas sencillas pautas basadas en el tabaco, la alimentación y el ejercicio:
Incluir el ejercicio físico en tu agenda. Basta con dar un paseo alrededor del edificio, escoger las escaleras en lugar del ascensor o hacer algo de deporte en la pausa de la comida.
Esforzarse por comer de forma saludable. Hay que saber escoger los menús más adecuados a la hora del almuerzo, incluso trayendo de casa la comida si no es posible reducir la ingesta de grasas en la cafetería del trabajo. Las empresas pueden comprobar que todos los días se ofrezcan menús saludables e incentivar el consumo de alimentos sanos cambiando la bollería industrial por una cesta de frutas naturales a disposición de los empleados.
Crear un entorno sin humo. Para prevenir las enfermedades cardiovasculares es necesario evitar el hábito del tabaquismo. Las empresas deben evitar el consumo tabaco en el entorno de trabajo y sus alrededores para contribuir al bienestar de sus empleados y en los hospitales, este aspecto es obligado.
El cuidado del corazón en el ámbito laboral trae consigo una serie de ventajas. «El primer beneficio es que se salvan vidas: casi la mitad de las personas que fallecen por enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares se encuentran en un periodo productivo de su vida: entre 15 y 69 años», apunta el Dr. López-Sendón.
Por otra parte, la introducción de hábitos de vida saludables, como la realización de una actividad física regular, favorece la concentración y la agilidad mental. «Al mantener el cuerpo activo, cuando tenemos que enfrentarnos a una situación de estrés laboral la mente y el cuerpo se relajan y la tensión acumulada se reduce, lo que baja el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Y, además, las actividades colectivas son ideales para estrechar lazos con los compañeros de trabajo», afirma el Dr. Leandro Plaza.
Por último, la salud cardiovascular de la plantilla incide directamente en los resultados económicos de las empresas. «Una plantilla sana puede contribuir, de muchos modos, a la salud de la empresa, incluso en momentos de crisis económica», afirma el doctor Plaza. En una empresa sana se registra un aumento de la productividad, la reducción de a tasa de absentismo (se calcula que se pierden hasta un 20% menos de días por bajas), se reducen los gastos médicos, disminuyen los accidentes laborales, mejora la imagen corporativa, se crea un buen ambiente de trabajo y se amplía el tiempo de permanencia del personal en la empresa.
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