Las enfermedades mentales serán una prioridad sanitaria para los gobiernos europeos

La Declaración Europea de Salud Mental firmada por los gobiernos de la UE pretende reforzar las políticas de salud mental para mejorar las actuaciones que se llevan a cabo en cada país y coordinar las acciones políticas o legislativas de los países miembros. En el caso de España, el Ministerio de Sanidad y Consumo se ha comprometido a analizar la situación actual en todas las comunidades autónomas y diseñar líneas de trabajo que permitan desarrollar una estrategia de salud mental para los próximos años.

Los paises de la UE han suscrito recientemente la Declaración Europea de Salud Mental elaborada durante la Conferencia Ministerial que organizó la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Helsinki.

La delegación española que ha participado en los trabajos de la conferencia estaba encabezada por el Secretario General de Sanidad, Fernando Lamata, quien destacó la importancia del documento aprobado «que coloca la salud mental entre las prioridades de los sistemas sanitarios europeos». En este sentido, el comisario europeo de Sanidad y Consumo, Markos Kyprianus, remarcó su determinación de que «la Unión Europea consagre mayores recursos y establezca una verdadera estrategia comunitaria para la lucha contra este tipo de patologías».

Fernando Lamata manifestó que «en el ámbito europeo coincidimos con la Declaración Ministerial y la suscribimos. Lamata quiso subrayar «la importancia de luchar contra el estigma social, la necesidad de reforzar la atención comunitaria y las redes integrales de atención, que permitan un diagnóstico precoz y una rápida intervención, incluyendo la atención domiciliaria, los programas de rehabilitación, la participación de las asociaciones, el impulso a los programas de prevención e investigación y el desarrollo de sistemas de información potentes», explicó.

Los principios de la Declaración

Los representantes de los ministerios de salud se comprometen en el documento a:

– Reforzar sus políticas de salud mental para establecer estándares de calidad en las actividades que desarrollen.

– Coordinar las actuaciones políticas o legislativas de sus gobiernos.

– Tener en cuenta el impacto que sobre la salud mental puedan tener las acciones de gobierno.

– Eliminar los estigmas que persiguen a estos enfermos.

– Y fomentar su reinserción en la sociedad.

Para ello trabajarán en:

– Ofrecer a los pacientes la posibilidad de implicarse en su autocuidado.

– Promover una legislación que acabe con la discriminación.

– Promocionar la salud mental en la escuela y en el trabajo.

– Actuar sobre los factores de riesgo de estas enfermedades.

– Fomentar el papel de la atención primaria en salud mental.

– Desarrollar servicios comunitarios.

– E incluir la salud mental en el currículum de todos los profesionales de la salud.

Por otro lado, los gobiernos se comprometen a:

– Ir proporcionando suficientes recursos para la salud mental,

– Desarrollar sistemas de vigilancia del bienestar mental de sus ciudadanos y de los problemas mentales que les afectan,

– Apoyar el trabajo de las organizaciones no gubernamentales y de las familias e

– Informar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el progreso de la aplicación de esta Declaración en sus países en una reunión intergubernamental que se celebrará antes de 2010.

Como queda patente, la Declaración Europea de Salud Mental marca un punto de inflexión en cuanto al abordaje de las enfermedades mentales en Europa.

El compromiso de España

En nuestro país, «el Ministerio de Sanidad y Consumo analizará la situación actual en materia de salud mental en las distintas comunidades autónomas, evaluará los avances conseguidos por los planes regionales de salud mental y diseñará líneas de trabajo en consonancia con lo establecido en la declaración de Helsinki, para concretar una estrategia de salud mental que pueda desarrollarse a lo largo de los próximos años», explicó Lamata.

La enfermedades mentales de carácter grave y crónico afectan en España a aproximadamente el uno por ciento de la població. Según la Encuesta de Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, el 8,4 por ciento de los españoles declaran padecer depresión, problemas nerviosos o dificultades para dormir.

Por otra parte, la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria 2002 indica que, durante ese ejercicio, un total de 112.628 enfermos fueron dados de alta con diagnóstico de trastorno mental en hospitales, tanto públicos como privados.