Las mejoras en la función renal producidas por atorvastatina se relacionan con la reducción de eventos cardiovasculares

La mejoría en la función renal experimentada por los pacientes tratados con atorvastatina ha mostrado tener una fuerte correlación con la reducción del riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes con enfermedad cardiovascular pre-existente. Así al menos se desprende de los datos del subanálisis del estudio en pacientes con enfermedad coronaria Treating to New Targets (TNT) que acaba de ser presentado en las sesiones científicas anuales de la Asociación Americana del Corazón.

El estudio TNT es un ensayo de cinco años de duración puesto en marcha por Pfizer a través de la creación de un comité independiente formado por expertos investigadores. Se basa en el análisis de un total de 10.000 pacientes con enfermedad coronaria de entre 35 y 75 años de 14 países con el objetivo principal de reducir el riesgo cardiovascular.

El objetivo primario del estudio TNT fue la existencia de un evento cardiovascular grave, definido como fallecimiento por enfermedad cardiaca, infarto agudo de miocardio no fatal, paro cardíaco reanimado o ictus cerebral, tanto fatal como no fatal. El estudio analizaba el efecto de atorvastatina 80 mg en la incidencia de eventos cardiovasculares graves en comparación con la dosis de 10 mg en pacientes con enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2, con y sin insuficiencia renal crónica.

Ahora, con los nuevos datos y tal y como afirma el doctor Juan Álvarez, Director de la Unidad Médica de Pfizer en España, «es la primera vez que se demuestra que una estatina podría estar relacionada con mejoras en la función renal y la reducción del eventos cardiovasculares». Este hecho tiene «una gran relevancia para los pacientes, pues la evidencia científica existente ha demostrado que las personas con colesterol elevado pueden experimentar, con el paso del tiempo, un empeoramiento de la función renal y que la enfermedad renal crónica es más frecuente en las personas que padecen enfermedades cardiovasculares».

En este nuevo análisis, la función renal fue evaluada usando la tasa de filtrado glomerular (eGFR en sus siglas inglesas) siguiendo las pautas de la Fundación Nacional Americana del Riñón. Según esta escala, los incrementos de eGFR indican mejoras en la función renal. Atorvastatina ha demostrado con anterioridad mejoras en la tasa de eGFR (en función de la dosis administrada) en pacientes con afecciones coronarias.

Además, los descubrimientos de este nuevo análisis muestran que en los pacientes con enfermedad coronaria aguda tratados con [atorvastatina](https://www.medicinatv.com/videoteca/atorvastatina-cuando-y- como-debemos-tomarla/ "atorvastatina"), por cada incremento del eGFR en 1mL/min/1,73m2, se produjo un 2,7 por ciento de reducción en el riesgo de eventos cardiovasculares. Similares tasas de reducción por incremento del eGFR en 1mL/min/1,73m2, fueron observadas en otros de los aspectos analizados como los eventos coronarios mayores, los infartos agudos de miocardio no fatales o los ictus, tanto fatales como no fatales.

Para el doctor José Chaves, responsable médico del área cardiovascular de Pfizer, «los datos de este análisis son prometedores ya que sugieren un beneficio potencial adicional por parte de atorvastatina al mejorar la función renal a la vez que reduce el riesgo cardiovascular».