Las menstruaciones irregulares pueden ser un signo de osteoporosis en la etapa adulta

Según un estudio norteamericano, una periodicidad irregular en la menstruación de la mujer joven puede ser un aviso del déficit hormonal que puede preceder a la osteoporosis.

Esta es la conclusión de un estudio preliminar llevado a cabo por investigadores del National Institute of Child Health and Human Development (NICHD) en Estados Unidos publicado en el último número de la revista Obstetetrics and Gynecology.

El trabajo se ha llevado a cabo en mujeres con un trastorno conocido como fallo ovárico prematuro, que ocurre cuando los ovarios dejan de producir óvulos y hormonas reproductoras adelantándose a la menopausia natural, una patología que desarrolla aproximadamente un uno por ciento de las mujeres en Estados Unidos alrededor de los 40 años.

La mayoría de las mujeres que tomaron parte del estudio tenían un historial de amenorrea (ausencia de periodo menstrual durante tres o más meses) antes de ser diagnosticadas de fallo ovárico prematuro. Sin embargo, la mayoría de estas mujeres jóvenes no había considerado éste un problema de salud importante, lo que retrasó su diagnóstico.

«Este descubrimiento sugiere que las mujeres y los médicos deberían regirse por el principio de la precaución y evaluar las irregularidades de la menstruación de forma temprana», afirma el doctor Duane Alexander, director del NICHD.

Su equipo supervisó a ocho mujeres intentando descubrir síntomas tempranos de fallo ovárico prematuro. Por ello, acudieron al centro para ser entrevistadas sobre la periodicidad de sus menstruaciones. Según el doctor Lawrence Nelson, de la Unidad de Endocrinología Ginecológica del NICHD, «la ausencia de periodos es muy común en jóvenes, por lo que es comprensible que la mitad de las pacientes no se preocuparan al principio». Sin embargo, este retraso en el diagnóstico «retrasa el tratamiento del déficit de ovarios por lo que se incrementa en estas mujeres el riesgo de desarrollar osteoporosis en los años siguientes».

Diagnóstico problemático

El doctor Nelson también reconoce que el diagnóstico de fallo ovárico prematuro puede ser problemático. Alrededor del tres por ciento de las mujeres jóvenes experimentarán amenorrea y la mayoría de ellas desarrollarán este trastorno. Pero para cuando hayan sido diagnosticadas, muchas de ellas ya habrán perdido masa ósea y tendrán más posibilidades de fracturas en los años venideros.

En un primer estudio, Nelson y sus colegas habían concluido que un 67 por ciento de las mujeres con fallo ovárico prematuro también desarrollan osteopenia, la baja densidad ósea que precede la osteoporosis. Su sospecha entonces ya fue que la pérdida de masa ósea en estas mujeres se debía al retraso en el diagnóstico.

En este nuevo estudio, los investigadores encontraron que el 92 por ciento de las mujeres con este trastorno relataban un cambio en su ciclo menstrual como el primer síntoma que experimentaron. Según el doctor Nelson, la prueba típica para diagnosticar el fallo ovárico prematuro consiste en cuantificar la cantidad de una hormona reproductiva en la sangre llamada hormona folículo estimulante . La terapia de este trastorno consiste en la administración de las hormonas reproductivas estrógeno y progesterona.