Las Neurociencias se unen para atacar la violencia

Neurólogos, neurobiólogos, psicólogos y psiquiatras se reúnen en Valencia para compartir su conocimiento de las causas de la violencia y trazar nuevas vías de actuación contra las conductas violentas.

Valencia ha acogido las Jornadas Científicas sobre Conductas Violentas desde la Perspectiva de la Neurociencia, un importante evento por la trascendencia social de esta problemática que con triste frecuencia asalta los medios de comunicación, por ejemplo en forma de trágicos estallidos de violencia doméstica o juvenil.

«Las conductas violentas son un problema social evidente, como vemos estos días en la prensa con situaciones tristísimas», afirma para MedicinaTV el doctor Pedro Antón, miembro del comité ejecutivo de la Sociedad Española de Psiquiatría y director de la Clínica Mediterránea de Neurociencias que en junio abrirá sus puertas y que organiza las jornadas. Este especialista define la conducta violenta como «un fenómeno complejo por lo que debe hacerse siempre un estudio desde una perspectiva multidisciplinar». Apoyando esta idea, las jornadas han reunido en cinco mesas y cinco conferencias a neurobiólogos, psicólogos, psiquiatras y neurólogos para tratar diferentes temas como la violencia doméstica, la violencia infantil y juvenil y el papel del alcohol y las drogas como desencadenantes de conductas violentas, entre otros.

Esta necesidad de entender y atacar el problema desde una óptica multidisciplinar también ha llevado a que expertos de todas las áreas englobadas en la Neurociencias formen parte del proyecto de la Clínica Mediterránea de Neurociencias, un centro que servirá para observar y estudiar la progresión y causas de la violencia en nuestro país. Según su director, el doctor Pedro Anton «todas estas disciplinas aportan datos para comprender mejor el problema, sin olvidar también la perspectiva sociológica y la jurídicolegal», por lo que esperan que mediante el debate de las jornadas «podamos compartir información que nos haga entender mejor el problema para, entre todos, combatirlo mejor».

¿Hay cada vez más violencia en nuestra sociedad?

En opinión del psiquiatra Pedro Antón, la percepción de que crecen los casos de conductas violentas es real e incluso puede ser mayor de lo que creemos, pues «no tenemos estadísticas muy claras y fiables, y sólo conocemos una parte de los problemas de violencia, por ejemplo, en la violencia doméstica hay una gran parte de casos que no salen a la superficie». Según este psiquiatra, es cierto que hoy los medios de comunicación se hacen más eco de estos casos, «pero también hay más circunstancias que ayudan a este aumento a nivel ambiental, por ejemplo, un mayor consumo de drogas y alcohol, que está directamente relacionado con la violencia».

La relación entre estas sustancias y la violencia queda patente, según Antón, en el «más del 30 por ciento de actos violentos de violencia doméstica están inducidos por el alcohol» y subraya la peligrosidad de «las drogas, concretamente las estimulantes del Sistema Nervioso Central, como la cocaína y las anfetaminas» como desencadentantes de actos violentos.

Por otra parte, sobre la violencia infantil y juvenil, el psiquiatra Pedro Antón resalta el papel que juega la televisión. Según este especialista «es evidente que estos medios de comunicación audiovisual influyen en estas conductas ya que el 57 por ciento de los programas de televisión contienen actos violentos», y ello influye en «niños y jóvenes en primera fase de adolescencia, que tienden a imitar lo que ven». Para Anton, la televisión puede ser uno de los aspectos «que hace que haya más casos de actos violentos y además, estos sean más duros».

La base biológica de la conducta violenta

El doctor Antón recurre a una cita de otro experto para entender la relación entre biología y educación en el desarrollo de las conductas violentas: «nuestra constitución biológica nos hace agresivos, pero es la cultura la que nos hace pacíficos o violentos».

Una de las mesas de las jornadas ha tratado las bases neurobiológicas de la agresividad, y el papel de los centros nerviosos, concretamente de la corteza prefrontal y la amígdala debajo de la corteza, claves en el desarrollo y control de conductas violentas. «Sabemos que los individuos que han cometido actos muy violentos tienen una menor densidad en la amígdala», explica el doctor Antón, y añade como en las personas violentas «el impulso del acto violento que parte de la amígdala, no es debidamente corregido y regulado por la corteza prefrontal».

Pero la conducta violenta no sólo puede ser explicada totalmente a través de la biología, pues «mucha violencia la genera el ambiente cultural y familiar».

Estas jornadas sobre conductas violentas tendrán una continuidad anual, a través de un foro en que los distintos expertos seguirán debatiendo desde las Neurociencias este problema, y unas nuevas jornadas, en las que, como nos avanza el doctor Antón, «también se aportarán datos desde el punto de vista de la sociología y los temas jurídicos y legales».