Uno de cada 25 españoles sufre hoy cálculos renales, también conocidos como las temidas y dolorosas piedras en el riñón. Pero en la mayoría de los casos, un 70 por ciento, estas piedras se eliminan espontáneamente. Sólo tres de cada diez afectados necesita seguir un tratamiento y nueve de cada doscientos afectados tienen que acudir en última instancia al quirófano.
Los cálculos renales son concreciones que se forman en el aparato urinario como consecuencia de la alteración del metabolismo mineral, lo que provoca que no se elimine correctamente el calcio y los ácidos oxálico y úrico en la orina, formando las conocidas piedras en el riñón. Esta alteración puede venir dada por una dieta rica en ácido úrico, el estrés y un factor genético que hace que la enfermedad afecte a dos hombres por cada mujer, normalmente a varones de entre 27 y 45 años.
¿Por qué los hombres son los más afectados?
Según el doctor Francisco Ruiz Marcellán, que presidió la XIII Reunión de Litiasis y Endoscopia Urinaria de la Asociación Española de Urología, los hombres son los más afectados por cálculos renales por varias razones. Primero, «la mayor complejidad del aparato urinario masculino en su tramo inferior». Pero también hay un factor evitable y es que los hombres, según Ruiz Marcellán, «suelen abusar de una dieta rica en ácido úrico e hiperprotéica como carnes, caza y marisco». El último factor sería genético, ya que la hormona femenina provoca niveles superiores de inhibidores de la cristalización, «lo que reduce el riesgo de formación de cálculos».
Si se sufre esta alteración del metabolismo, el primer episodio suele ocurrir entre los 27 y los 45 años, pues hasta aproximadamente los 22 años, los huesos absorben el calcio, y las piedras tardan unos cuatro o cinco años en formarse. El primer síntoma de la existencia de piedras en el riñón es el cólico nefrítico, un agudo dolor en el lado del riñón, acompañado de náuseas y sangre e infección en la orina.
Es rara la aparición de piedras en la infancia, lo que ocurre sólo en casos de niños afectados por alguna enfermedad metabólica o alguna malformación congénita del aparato urinario «que hace que la orina se estanque, provocando infecciones y que, como consecuencia, se formen piedras», como explica el doctor Ruiz Marcellán, el citado especialista del USP Instituto Universitario Dexeus.
Sólo 9 de cada 200 afectados pasa por quirófano
El 70 por ciento de los pacientes con piedras en el riñón las expulsa de forma espontánea o con la ayuda de una terapia a base de grandes ingestas de agua diurética y de baja mineralización.
Además, en los casos de piedras no expulsables, la técnica de la Litotricia por Ondas de Choque puede solucionar el 85 por ciento de los casos. La técnica consiste, como explica el doctor Ruiz Marcellán, «en la eliminación de las piedras por medio de unas ondas que destruyen extracorpóreamente las piedras en pequeños fragmentos, para facilitar su eliminación por vía urinaria». Esta técnica se aplica desde hace quince años y evita cientos de operaciones quirúrgicas al año.
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