Las radiaciones no ionizantes son un pequeño pero real riesgo de leucemia infantil

El Consejo Nacional de Protección Radiológica de Gran Bretaña (NRPB) ha evaluado los últimos estudios sobre los efectos de los campos de radiaciones no ionizantes en la salud humana, llegando a la conclusión de que "no son riesgo de cáncer en general", aunque reconoce que algunos estudios epidemiológicos indican "un pequeño riesgo de leucemia en niños"

El Consejo Nacional de Protección Radiológica de Gran Bretaña (NRPB) ha evaluado los últimos estudios sobre los efectos de los campos de radiaciones no ionizantes en la salud humana, llegando a la conclusión de que «no son riesgo de cáncer en general», aunque reconoce que algunos estudios epidemiológicos indican «un pequeño riesgo de leucemia en niños asociado a exposiciones a niveles inusualmente altos de frecuencias de campos magnéticos».

Dichos estudios parten de la creciente preocupación social por los efectos de las torres de electricidad, que emiten estas radiaciones no ionizantes. Estas torres y líneas se encuentran cerca de muchas viviendas y, lo que causa más inquietud, cerca de colegios. Y ello es debido a que muchas escuelas se construyen en terrenos baratos, como resaltó el doctor Emmanouil Kogevinas del Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona en las recientes Jornadas de Pediatría Ambulatoria celebradas en la ciudad condal.

La conclusión del NRPB se basa en su revisión de los últimos estudios sobre el tema, incluyendo un trabajo sobre tres mil niños de Europa, Estados Unidos y Nueva Zelanda, publicado en el 2000, que afirmaba que la proximidad de torres de electricidad en el entorno de estos niños, doblaba su riesgo de sufrir leucemia. Según el doctor Sir Richard Doll, experto independiente que ha coordinado el estudio, este riesgo aumenta sólo en uno de cada veinte mil niños expuestos a los campos magnéticos de radiaciones no ionizantes.

La revisión de estudios coincide con una campaña en Gran Bretaña en la que se pide establecer un área de exclusión de 50 metros rodeando a las torres eléctricas, en donde no se debería construir viviendas o edificios públicos. En otros países como Estados Unidos ya hay leyes que impiden la construcción de edificios cerca de estas líneas eléctricas. Los más detractores a ellas creen que el riesgo para la salud se extiende en un área de influencia de varios centenares de metros.

La necesidad de más investigaciones sobre el tema

La revisión de estudios ha trabajado sobre una serie de investigaciones epidemiológicas y experimentales que se han desarrollado desde 1992 sobre los efectos potenciales de la exposición a radiaciones no ionizantes. Se han tenido en cuenta las fuentes de campos magnéticos y sus formas de medición e incluye experimentos biológicos para ver el grado de inducción de cáncer en células, estudios con humanos voluntarios, estudios con animales y estudios epidemiológicos sobre la exposición cotidiana a campos electromagnéticos.

Estos experimentos, según los autores, «no han dado ninguna prueba válida de que frecuencias electromagnéticas bajas sean capaces de producir cáncer», pero por el contrario «algunas pruebas epidemiológicas afirman que la exposición prolongada a altos niveles de radiofrecuencias de campos magnéticos está asociado con un pequeño riesgo de leucemia en niños».

Sin embargo, ha vuelto a quedar al descubierto la falta de una mayor investigación sobre el tema. Por ello, el NRPB ha pedido que se inicien más estudios experimentales biofísicos que intenten comprobar la relación entre la exposición a esta radiación y los procesos bioquímicos cancerígenos; además de estudios epidemiológicos más extensos con una mayor muestra, ya que por ejemplo en el caso de la leucemia, no hay suficientes niños expuestos a campos electromagnéticos en Gran Bretaña como para hacer un gran estudio sobre su relación.

Electromagnetic Fields and the Risk of Cancer las conclusiones del estudio en la web del National Radiological Protection Board (NRPB)