27Feb. 08
Casi un 10 por ciento de todas las mujeres con cáncer de mama que se diagnostican en España se encuentran en ensayos clínicos, según datos del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM).
Los tratamientos dirigidos, según las características genéticas de cada paciente, acabarán siendo los más habituales en cáncer de mama, ya que al tratar específicamente cada tipo de tumor, son más eficaces y seguros, según coinciden en señalar los doctores Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), y Vicente Guillém, presidente del Comité Técnico de la Asociación Española contra el Cáncer y jefe del Servicio de Oncología Médica del Instituto Valenciano de Oncología (IVO).
En la actualidad, sólo existen tratamientos dirigidos contra el cáncer de mama ErbB2 positivo, aunque los expertos creen que acabarán apareciendo en otros tipos. Según los últimos datos de GEICAM, una de cada cinco pacientes (20 por ciento) sufre cáncer de mama ErbB2 positivo y casi la totalidad recibe tratamientos dirigidos. «Deberían ser todas pero hay algunos problemas en algunas comunidades autónomas. Aun así, estamos administrando muchas más terapias dirigidas que en el resto de Europa», destaca su presidente.
«Existen muchos tipos de cáncer de mama pero, salvo en el cáncer de mama de tipo hormonal y en el que sobreexpresa ErbB2, aún carecemos de tests que nos permitan saber qué drogas específicas funcionan en unas dianas o en otras. Pero esos tests acabarán apareciendo y generalizándose. Además ya hay muchos estudios en marcha sobre tratamientos dirigidos y al final darán como resultado nuevas terapias», confiesa el doctor Martín.
«Los nuevos tratamientos dirigidos o individualizados suponen un gran avance y abren nuevas vías de curación y calidad de vida en cáncer de mama, ya que están diseñados para bloquear de forma específica las vías de crecimiento de las células tumorales», indica el doctor Guillem. Como explica este experto, «la aparición de estos nuevos fármacos es fruto de los avances y mejor entendimiento de la biología molecular que ha permitido identificar las diferencias en la expresión génica de las células cancerosas y las normales».
Las terapias dirigidas son anticuerpos o pequeñas moléculas que intervienen en las rutas de señalización de las células neoplásicas bloqueando interacciones enzimáticas. La unión de estos fármacos con sus dianas inhibe las vías esenciales de proliferación o activan la apoptosis (muerte celular programada) de las células cancerosas. «Dado que sólo interaccionan con células tumorales, estas nuevas moléculas presentan muy pocos efectos secundarios y, por tanto, cuando se combinan con agentes quimioterápicos aumentan la toxicidad mínimamente», añade.
Ensayos clínicos
Muchas veces pasan meses desde que un fármaco es aprobado en un país (el primero suele ser Estados Unidos) hasta que llega a España. Sin embargo, las pacientes pueden beneficiarse del mismo a través del programa de uso compasivo, que permite solicitar su administración cuando no existen otras opciones terapéuticas, y, sobre todo con los ensayos clínicos. En la actualidad 350 mujeres han sido tratadas en España con lapatinib, la nueva terapia oral dirigida, antes de haber sido aprobado.
Cerca de un diez por ciento de las 16.000 mujeres a las que se diagnostica un cáncer de mama en España cada año participan en ensayos clínicos, según estimaciones del presidente de GEICAM. Este grupo cooperativo coordina la mayoría de los ensayos y recluta entre el siete y el ocho por ciento del total. Una cifra «muy por encima de Estados Unidos, con un porcentaje entre el tres y el cuatro por ciento». El nivel de la investigación española en cáncer de mama también es notable, añade el doctor Martín: de los más de 200 ensayos clínicos que se realizan cada año en España sobre esta patología, entre 40 y 50 son autóctonos.
Datos del cáncer
Cada año se diagnostican unos 16.000 casos de cáncer de mama, lo que representa casi el 30 por ciento de todos los tumores que afectan a mujeres en nuestro país. La mayoría de estos casos se diagnostican entre los 45 y los 65 años. La prevalencia del cáncer de mama está en torno a 87.000 pacientes, 6.000 de ellas desarrollan un cáncer de mama metastásico.
El cáncer de mama provoca la muerte en España de unas 5.700 mujeres al año, lo que representa el 16,7 por ciento de todos los fallecimientos por cáncer del sexo femenino y el 3,3 por ciento del total de muertes entre las mujeres. A pesar de estas cifras, la supervivencia global por cáncer de mama en España es superior a la media Europea, situándose en el 76 por ciento, «cifra que ha mejorado notablemente en las últimas décadas, ya que hasta 1990 la supervivencia era del 64 por ciento», subraya el doctor Guillém.
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