Las Unidades de Cuidados Paliativos

06Sep. 01

Los investigadores trabajan desde hace tiempo para intentar paliar los efectos del dolor. Patologías como el cáncer o el SIDA son sinónimos de sufrimiento en nuestra sociedad, pero son muchos los pacientes que han encontrado en los cuidados paliativos una ayuda para superar este dolor. Los Cuidados Paliativos pretenden conseguir una mejor calidad de vida para los pacientes con enfermedad avanzada, progresiva e incurable y a los que se ha dado un pronóstico de vida limitado.

Nuestro país, con 200 unidades del dolor es el segundo país europeo después de Inglaterra en número de equipos. A pesar de estos avances, continúan existiendo algunos problemas como la mala distribución territorial de estas unidades. «Hay comunidades autónomas que tienen muchos equipos de cuidados paliativos como Canarias, Castilla-León, Cataluña o Madrid y otras que tienen menos desarrollo, por tanto esperamos que la creación de un plan nacional de cuidados paliativos permita desarrollarlo de una forma más global en toda España», afirma Xavier Gómez, vicepresidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos.

En muchas ocasiones, cuando los medicamentos resultan insuficientes para aliviar el dolor, las familias piensan que es mejor terminar con los métodos que alargan la vida del paciente pero no la mejoran. Es en este momento cuando surge la controversia de la eutanasia. «Desde el punto de vista de los Cuidados Paliativos nosotros lo que decimos es que no pretendemos para nada alargar la vida a toda costa, pero tampoco pretendemos por norma acelerar la muerte, aunque decimos también que hay situaciones especiales y que hay que respetar mucho cada caso», señala Antonio Pascual, presidente del Comité Organizador de Congresos.

Los Cuidados Paliativos se centran en la atención a los pacientes con una enfermedad que no responde al tratamiento específico. El principal objetivo es conseguir una mayor calidad de vida tanto del paciente como de los familiares durante las diferentes fases de la enfermedad.

La polémica también se centra en el uso del cannabis para aliviar algunos de los síntomas que causan dolor. Actualmente esta sustancia sólo se aplica en Estados Unidos en su forma oral o inhalada. En cierto modo, el debate entorno a este tema es similar al que surgió hace diez años con la morfina, hoy la mayoría de tratamientos incluyen sustancias de este tipo. «Desde luego no está disponible como fármaco, no se puede obtener en la farmacia y eso posiblemente sea el problema. Pero yo creo que el camino va a ser que se va a poder disponer de él en forma de comprimidos, como cualquier otro medicamento, como la morfina y este problema será resuelto, esperemos que sea pronto», explica Antonio Pascual.

«Una cosa es el consumo de cannabis como droga recreativa, como droga de abuso que debe ser proscrito sin interés médico ninguno y otra cosa es utilizar los cannabinoides en casos especiales como arma terapéutica», apunta el doctor Pedro Lorenzo, catedrático de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid. «En los cuidados paliativos siempre, incluso las drogas prohibidas, tienen un hueco. Un tratamiento paliativo es un tratamiento compasivo y siempre que se administren bajo control médico no hay ningún problema», añade el doctor Lorenzo.