Las unidades de hipertensión españolas aprueban con nota

El estudio QUALIHTA revela que, en general, las unidades de hipertensión de nuestro país alcanzan altos niveles de calidad en los indicadores de estructura y de proceso. El único aspecto que deberían mejorar es el de los recursos humanos, donde se debería incrementar el personal de enfermería para disponer de un responsable de enfermería por cada médico.

La hipertensión determina un aumento del riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares, primera causa de mortalidad en nuestra población y uno de los principales motivos de incapacidad laboral transitoria y permanente. Ante un problema de salud tan serio y que afecta a uno de cada cuatro adultos y a la mitad de los mayores de 65 años en países desarrollados, una de las necesidades sanitarias es el estudio del abordaje que del paciente hipertenso, objetivo del estudio QUALIHTA que se está llevando a cabo en las unidades de hipertensión españolas.

El grupo de trabajo GESTHA de la Sociedad Española de Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), en colaboración con Novartis, ha realizado este estudio con objeto de evaluar la calidad de la asistencia actual del paciente hipertenso atendido en las unidades especializadas en España.

Este estudio parte de la definición de los indicadores de calidad que este mismo grupo realizó en 2002 y ha contado con la participación de más de 5.000 pacientes mayores de 18 años atendidos en 61 centros por 94 investigadores de todas las Comunidades Autónomas. Se trata de evaluar los indicadores de estructura (los recursos arquitectónicos, materiales y humanos), así como los indicadores de proceso (abordaje del paciente hipertenso) en los tres niveles de atención.

El profesor Antonio Coca, director del Instituto de Medicina del Hospital Clínic de Barcelona, coordinador nacional del estudio QUALIHTA y presidente de la Sociedad Española de Hipertensión afirmó que «la calidad asistencial y el control del paciente hipertenso en la Unidades de Hipertensión españolas gozan de muy buena salud, cumpliendo sus funciones con un estándar muy alto de calidad».

En cuanto a los indicadores de calidad referidos a la estructura, se ha comprobado que los recursos arquitectónicos son bastante óptimos ya que en todas las unidades hay calefacción, en un 95 aire acondicionado y más del 90 por ciento de los centros dispone de un consultorio para cada profesional. En lo que respecta a los recursos materiales, la mayoría de los indicadores están por encima del 80 por ciento; destacando que todas las unidades cuentan con aparatos de monitorización y se puede extraer sangre. Por el contrario, es en los recursos humanos, donde se cumplen menos objetivos porque el estudio revela que «apenas en un 52 por ciento de los centros disponen de un responsable de enfermería por cada médico», afirma el doctor Coca.

Respecto a los indicadores de proceso, es decir, diagnóstico y evolución del paciente, se ha comprobado que la derivación de los pacientes a estas unidades es correcta, puesto que la mitad de ellos presenta uno o más factores de riesgo. Según señaló Coca, «el 85 por ciento de los pacientes con hipertensión tiene problemas de sobrepeso o obesidad lo que hace complicado encontrar el tratamiento adecuado». En este sentido subrayó que el 42 por ciento de las personas analizadas se declaró «sedentario» y destacó que lo peor que hacen los pacientes es cambiar el estilo de vida. «A la población le es más fácil tomar una pastilla que caminar cuatro kilómetros que es lo que recomendamos para que vivan más años con una mayor calidad de vida» agregó. A medida que aumentan los factores de riesgo, el control de la hipertensión se hace más complicado. Es en los pacientes que presentan un solo factor de riesgo donde mejores resultados se consiguen, alcanzando el control en seis de cada diez casos.

El control del paciente hipertenso en la Unidades de Hipertensión alcanza una media del 53 por ciento, lo que supone un porcentaje muy elevado. En la atención primaria, el control alcanza el 38 por ciento, lo que significa que en una década se ha conseguido controlar a un 25 por ciento más de pacientes.

«En general, la calidad en el proceso es muy correcta, es más, todas las Unidades superan el 75 por ciento de cumplimiento, alcanzando incluso el 90 por ciento en varios de los centros analizados», destacó el Presidente de la SEH-LELHA.

Pacientes de alto riesgo

El doctor Coca abogó por «tratar con más precocidad a nuestros pacientes de alto riesgo», los diabéticos, porque «cuando se deja avanzar mucho se hace enormemente difícil retroceder todo este daño». En este sentido dijo que con una mayor prevención también aumenta el ahorro en productos farmacéuticos y en servicios sanitarios.

La hipertensión arterial, uno de los factores de riesgo cardiovascular más importante y mejor conocido, se puede controlar con la dieta y el ejercicio físico, pero mucha gente no es consciente. El doctor Coca incide en que «la hipertensión es un proceso silente que no tiene síntomas propios, por lo que medir regularmente la presión arterial es necesario para saber si se sufre hipertensión y poder adoptar las medidas adecuadas para controlarla a tiempo». El presidente de la SEH-LELHA considera que «a partir de los 40 años este control es obligatorio y descubrir que se padece hipertensión es imprescindible para poder realizar un tratamiento eficaz».

Para la población que ya es hipertensa, el doctor Coca recomienda «asumir que sus cifras de presión ideal son aquellas que están en la normalidad y que para conseguirlo, los pacientes han de poner de su parte porque por muchas pastillas que tomen, si no cambian las rutinas que les provocan la hipertensión, es decir, si no dejan de fumar cuando su médico se lo recomienda, o por ejemplo, pierden los kilos que le sobran, no van a conseguir controlar la hipertensión», aseveró.