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10Oct. 08
Llega el otoño y con la bajada de temperaturas aumenta el riesgo de contraer la gripe. Este año además, los expertos aseguran que Europa podría padecer una de las epidemias más severas. Y es que una nueva y virulenta cepa procedente de Australia podría provocar que el número de afectados por este virus en temporadas anteriores se triplicarse.
La gripe es una enfermedad respiratoria aguda, infecciosa y contagiosa que se propaga de persona a persona a través del aire. Está producida por un virus (el virus influenza) y no tiene tratamiento específico. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer trimestre de 2004 murieron por causa de la gripe 47 personas y 520 en el mismo período de 2005. Asimismo, entre el mes de noviembre de 2006 y octubre de 2007, la gripe afectó a más de medio millón de españoles, un 20 por ciento de la población total.
Además, la gripe tiene una incidencia muy importante en el absentismo laboral y afecta anualmente a entre 20.000 y 30.000 trabajadores, con una media de 5,5 días de baja.
¿Qué se debe hacer para evitar contagiarse?
La mejor forma de prevenir la gripe es bien sencilla: vacunarnos. La vacuna suele evitar un 75 por ciento de las infecciones gripales en las personas jóvenes y sanas, y es algo menos efectiva en los mayores o los enfermos debilitados.
Por ello, desde esta semana y hasta el 30 de noviembre, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha la campaña de vacunación contra la gripe con la administración de nueve millones de dosis. La vacuna preventiva ha sido diseñada, como cada año, por expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con las cepas víricas más predominantes en la campaña 2007-2008 en el hemisferio norte. Cada Comunidad Autónoma se encargará de distribuir y aplicar las vacunas de forma gratuita en los diferentes centros de salud.
No obstante, si se opta por no vacunarse, es aconsejable no automedicarse sin el consejo de un especialista. De hecho, los neumólogos recomiendan que no se tomen antibióticos si se padece gripe ni tampoco cualquier fármaco si no es bajo supervisión médica.
Pero, ¿quién debe vacunarse?
Existen diferentes grupos de riesgo. Por este motivo, es especialmente importante que se vacunen las personas que tengan o superen los 65 años y aquella población con una condición clínica especial. En el caso de las mujeres embarazadas es preferible que se vacunen a partir del segundo trimestre del embarazo.
Asimismo, si bien los niños son uno de los grupos más afectados por la gripe, los especialistas sólo recomiendan la vacunación a aquellos con algunas enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares y a niños sanos mayores de seis meses que puedan constituir un riesgo para adultos que conviven con ellos y que no pueden ser vacunados. Además, deberían vacunarse los adultos que puedan constituir un riesgo para los más pequeños como los profesores de colegios e institutos.
También deben protegerse con la vacuna de la gripe aquellas personas que conviven en centros donde se presta asistencia a enfermos crónicos de cualquier edad (como los profesionales sanitarios y los trabajadores de residencias y geriátricos) así como policías, bomberos, personal de protección civil, viajeros internacionales, y personas que se dirijan a zonas donde existen brotes de gripe aviar altamente patogénicos y puedan estar en contacto estrecho con granjas de aves de corral.
Cómo evitar extender el virus?
Pero si a pesar de todo no hemos podido evitar contraer el virus, debemos empezar a preocuparnos por las personas que se encuentran a nuestro alrededor.
Para evitar ir contagiando la gripe es importante seguir unas normas como, por ejemplo, taparse la boca al toser o al estornudar (preferentemente con pañuelos desechables y no con las manos), lavarse frecuentemente las manos (sobre todo después de haber tosido o estornudado) y procurar no reutilizar los pañuelos empleados al estornudar o limpiarse las secreciones nasales.
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