¿Lo sabes todo acerca de tu enfermedad?

El 62 por ciento de los españoles asegura no disponer del conocimiento necesario cuando padece una enfermedad. Este dato se desprende del estudio presentado sobre Alfabetización en Salud de la población española que mide el grado de conocimientos, competencias y habilidades de los ciudadanos en materia sanitaria.

Cerca de la mitad de la población española toma medicamentos antes de acudir al médico, mientras que el 45 por ciento prefiere cuidarse uno mismo en lugar de acudir a la consulta. Estas son algunas de las conclusiones extraídas de la primera encuesta elaborada en España sobre el grado de conocimientos, competencias y habilidades en materia sanitaria que se ha presentado recientemente en el marco del Seminario Internacional sobre Alfabetización en Salud de la población española, celebrado en Toledo. Este encuentro estuvo organizado por la Fundación Josep Laporte, de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), en colaboración con MSD España.

La encuesta, elaborada por la Universidad de los Pacientes con la colaboración de MSD España, se ha realizado a una muestra de 3.000 personas estratificada por comunidades autónomas. Todas ellas respondieron a preguntas relacionadas con su percepción acerca del autocuidado o cuáles son las fuentes más fiables a la hora de buscar información sanitaria, entre otros indicadores indirectos de medida de las competencias sanitarias, conocida con el término anglosajón de “health literacy”.

De ella se desprende que el 41% de la población busca habitualmente información sobre temas de salud, siendo las mujeres entre 35 y 49 años quienes más lo hacen. Por grupo de edad es significativo el hecho que los encuestados que menos buscan información son los mayores de 64 años, 6 de cada 10 no suelen hacerlo. Según el estado de salud percibido, un 54% de los encuestados con muy mala percepción de su salud son los que más buscan, en contraposición con el 40% de los encuestados que tienen una buena percepción de su salud. Por lo general se busca información sobre una enfermedad determinada (31%), para resolver dudas sobre los síntomas, tratamientos o pruebas diagnósticas (31%), para mejorar los hábitos de vida saludables (17%), y en menor medida para conocer la experiencia de personas que tienen su enfermedad o la de un familiar (3%), o para evitar tener que ir al médico (1%).

Ocho de cada diez personas considera muy buena la información procedente del profesional sanitario y el farmacéutico. En relación a otras fuentes como la familia, los libros y revistas, la televisión e Internet que se valoran positivamente pero en menor medida. Por otro lado, el 58% de la población no sabe qué valoración daría a la información que podría proporcionar una asociación de pacientes, aunque el 27% considera que la información sería muy buena o buena.

Sobre qué información procedente de los servicios sanitarios es más fácil o difícil de comprender, los ciudadanos consideran de mayor a menor grado de complicación la que proporciona: el profesional sanitario por escrito, el prospecto del medicamento y el informe médico; mientras que las más sencillas son el recordatorio de una visita médica, la información oral facilitada por el profesional sanitario y el escrito explicativo para recoger una muestra de orina o tomarse un medicamento. Asimismo, un 62% de los encuestados asegura no disponer del conocimiento necesario cuando padece una enfermedad, y el 57% indica que al salir de la consulta tiene la impresión de que el profesional le ha ayudado. Los encuestados también consideran que en general no se hace un uso adecuado de los servicios de urgencias.

Un 72% no conoce el documento de voluntades anticipadas. Sin embargo, un 82% sabe para qué sirve un consentimiento informado para una operación quirúrgica o una prueba diagnóstica. Por otra parte, el estudio revela que un 57% desconoce cómo se realizan los primeros auxilios mientras que el 77% conoce los riesgos de hacerse una radiografía.