La circuncisión reduce el riesgo de que los hombres transmitan a sus parejas el virus del papiloma humano (VPH), responsable del cáncer de cérvix o cuello del útero, según un macroestudio de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer coordinado por el Instituto Catalán de Oncologia.
El virus del papiloma humano puede causar verrugas genitales tanto en hombres como mujeres y además está relacionado con el cáncer de cérvix, vulva, vagina, ano y pene, según este estudio publicado en el New England Journal of Medicine. Estos resultados se unen a los de estudios anteriores que ya han demostrado que la circuncisión reduce el riesgo de que los hombres contraigan y transmitan otras enfermedades de transmisión sexual.
Los resultados de esta investigación muestran que en los hombres no circundidados uno de cada cinco es portador del virus del papiloma, mientras que en los circuncidados la cifra se reduce a uno de cada dieciocho. También han comprobado que el riesgo de cáncer de cuello del útero aumenta en las mujeres cuyas parejas no se han hecho la circuncisión.
El equipo de investigadores evaluó la prevalencia del VPH en más de 1.900 parejas de cinco países distintos, el virus se detectó en el 20 por ciento de los varones no circuncidados (847) y en el seis por ciento de los circuncidados (292). Tras ajustar varios factores como la edad que tenían en la primera relación sexual y el número de parejas sexuales, entre otros, encontraron que la circuncisión se asocia a una reducción del riesgo de infección por el VPH del 63 por ciento.
Asimismo, los autores comentan que las mujeres monógamas cuyas parejas masculinas han tenido seis o más parejas sexuales presentan un riesgo un 58% inferior si se trata de varones circuncidados. El estudio aclara también el motivo por el que la circuncisión reduce las infecciones de transmisión sexual, esto se debe a que en los hombres no circuncidados «la piel del prepucio es más frágil y puede sufrir microlesiones durante el coito», explica el doctor Xavier Bosch, principal coordinador de la investigación. Estas pequeñas lesiones se convierten en el lugar perfecto para que el virus anide y pueda provocar una infección crónica.
Por este motivo, los expertos afirman que la circuncisión generalizada podría reducir la incidencia del cáncer de cérvix, así como de otras ETS. «Es una estrategia racional para limitar el impacto de las enfermedades de transmisión sexual, pero falta ver si es aceptable desde un punto de vista cultural», declara el doctor Bosch.
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