Los cigarrillos electrónicos son nocivos para la salud

Contienen elementos que nunca se han utilizado por vía inhalatoria por lo que se desconocen sus efectos, sobre todo a medio y largo plazo, alertan los expertos.

El cigarrillo electrónico es tóxico y se está presentando a la sociedad como un producto con bajo riesgos para su salud, cuando es evidente que tiene efectos nocivos reales. Muchos cigarrillos electrónicos contienen nicotina, cuyos efectos cardiovasculares negativos por vía inhalatoria están sobradamente probados, y se trata además de una sustancia psicoactiva y adictiva, por lo que su uso genera dependencia.

Estas son algunas de las principales conclusiones de la jornada Cigarrillos electrónicos: potencial amenaza para la salud pública. Evidencia científica sobre su seguridad y eficacia , que se celebró en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, organizada por la Sociedad Española de Expertos en Tabaquismo (SEDET) y en colaboración con el Máster Interuniversitario de Tabaquismo (PIUFET). A la jornada acudieron medio centenar de profesionales sanitarios de diferentes ámbitos, médicos de atención primaria,farmacéuticos, psicólogos, enfermeros, neumólogos, cardiólogos y psiquiatras.

El cigarrillo electrónico con nicotina es evidentemente tóxico y se necesita conocer sus componentes y tiempo para valorar sus efectos a medio y corto plazo en el organismo. Si bien se emplean algunas sustancias aprobadas para el consumo, contienen elementos que nunca se han utilizado por vía inhalatoria por lo que desconocemos sus efectos, sobre todo a medio y largo plazo.

En la jornada de la SEDET se destacó que en estos momentos se carece de evidencia científica sobre algunos de los efectos de los cigarrillos electrónicos, pero se sabe que existe una toxicidad, que si bien es menor que el cigarro normal, en ningún caso es inocuo. Hay un riesgo en el consumo.

Un paso atrás

La Doctora María Jesús García-Blanco, presidenta de SEDET, se muestra preocupada, además, por la vuelta a la normalidad de la vida diaria del acto de fumar o “vapear” que estos cigarros están provocando. “Se había conseguido desnormalizar la presencia del humo y los cigarros en la vida cotidiana y los lugares públicos, logrando que el cigarro y el humo sea algo extraño para los jóvenes”, destaca García-Blanco. Mantener la “desnormalización” es básico para luchar contra el inicio de nuevos fumadores. Hay normas para los cigarros electrónicos, pero al no ser considerados “productos de tabaco”,en este instante aún quedan fuera de la regulación de la Ley 42/2010, de 30 de diciembre de 2010.

“Me preocupa la utilización de la publicidad de estos productos, sobre todo por los efectos en la población joven, femenina en muchos casos y lo presentan como algo glamuroso, poco nocivo para la salud, y con un bajo coste”, comenta García-Blanco.

“Además, puede ser la puerta de entrada para el consumo del tabaco, ya que al tener nicotina puede generar un trastorno adictivo, una adicción,en quien lo pruebe. Incluso ya está ocurriendo que personas que habían dejado de fumar vuelvan a consumir nicotina al usar los cigarros electrónicos” provocando una recaída, apunta la presidenta de SEDET.

Las Comunidades Autónomas pueden regular y prohibir su uso en transportes públicos, centros sanitarios y lugares oficiales, como ha hecho Cataluña, y la compañía Iberia, entre otras, ya los han prohibido en sus aviones. “Desde la SEDET animamos a que hagan lo mismo”, concluye la Dra. García-Blanco.